La revista argentina Caras provocó un escándalo al publicar en su portada una fotografía de la Reina Máxima de Holanda al lado de su hija Amalia, de 16 años, en la que subraya el peso de la joven menor de edad.
"La hija mayor de Máxima luce con orgullo su look plus size", dice el título principal de la tapa en la que ambas caminan tomadas de la mano en un jardín.
"Amalia, la heredera al trono de Holanda, víctima del bullyng, enfrenta las críticas con fortaleza y el incondicional apoyo de sus padres. Una princesa que vive su adolescencia sin tabúes y defiende su figura de 'mujer real'", agrega la portada, que de inmediato generó un repudio masivo en las redes sociales.
Los argumentos centrales para criticar a la revista fueron que se refiere al cuerpo de una menor de edad, promueve los estereotipos de belleza que presionan a las mujeres a ser delgadas, refuerza la gordofobia que está incrustada en la sociedad y apela a conceptos falsamente incluyentes como "plus size", que subrayan el exceso de peso, y "mujeres reales", ya que todas las mujeres lo son, más allá de lo que pesen.
Otro comentario recurrente fue que la obesidad es una enfermedad, no una elección de las personas, y que existe la necesidad de regular los contenidos que estigmatizan y propician la discriminación de manera particular en las y los menores de edad.
"Son un asco caminando, atrasan y tienen una irresponsabilidad social que da vergüenza. Sea quien sea, es una niña de 16 años con un cuerpo real que no debe ser cosificado ni estigmatizado", señaló una usuaria en Twitter.
"El cuerpo no se 'luce' como un adorno que traés de un viaje, es el envase que nos mantiene con vida. Hablan de una nena en desarrollo -16 años-, daña su bajada que fomenta gordofobia disfrazada de 'buen mensaje'. Atrasan, dan vergüenza", "Cuánta discriminación y violencia en esta tapa. Lamentable", "Esto que hacen está tipificado como violencia simbólica", señalaron otros comentaristas.
En el alud de repudios, una tuitera advirtió que "ninguna joven merece ser expuesta, ridiculizada y minimizada por cómo sea su cuerpo", mientras que otra advirtió que este tipo de portadas son perjudiciales: "no es joda, no es exageración, no es susceptibilidad. Crecí con este tipo de mensajes que me enfermaron la cabeza y me costó mucho salir adelante. Muchas mujeres también. Hacen daño. Basta".
Algunas más advirtieron que debería haber una ley de medios, que sancione a quienes discriminan los cuerpos de las personas como si la diversidad corporal no importara, para evitar que cierto tipo de periodismo siga lucrando "con esta bajeza".
"Se quieren hacer los progres pero esa gordofobia no se les quita", reclamó otra activista, a la que se sumaron voces que criticaron a la revista porque "el nivel de irresponsabilidad que manejan es increíble".