Un tribunal de Manhattan (Nueva York, EE.UU.) se pronunció este jueves a favor de divulgar material relacionado con una demanda civil presentada hace varios años contra Ghislaine Maxwell, expareja y socia de Jeffrey Epstein, para ser utilizado en su juicio actual, donde enfrenta cargos de conspiración para cometer abusos sexuales contra menores, informa Reuters.
La jueza Loretta Preska ordenó la liberación del contenido de más de 80 documentos de un caso contra Maxwell que se remonta a 2015, y que incluye nombres de personas influyentes que tuvieron relación con Epstein.
Esa demanda, presentada por Virginia Roberts Giuffre, se resolvió de manera confidencial un año más tarde. Preska dejó en claro que serán excluidas del material las identidades de personas que aún no han sido reveladas públicamente. Los informes también contienen registros de vuelo de los aviones privados de Epstein, testimonios de declaraciones formuladas en 2016 sobre su vida sexual, e informes policiales de Palm Beach, donde residía Epstein.
La defensa de Maxwell había presionado para mantener esos registros en secreto, alegando que contienen respuestas a "preguntas intrusivas sobre su vida sexual" que son "extremadamente personales, confidenciales y sujetas a abuso por parte de los medios de comunicación", recoge The Guardian.
Laura Menninger, abogada de Maxwell, manifestó que hay "grandes preocupaciones" de su clienta no pueda obtener un juicio penal justo si se hace pública más información sobre su pasado. Menninger solicitó un plazo de dos semanas para apelar la decisión del tribunal, pero solo se le dio una. De todas maneras, es posible que la divulgación de los documentos resulte inevitable, y se cree que algunos extractos se harán públicos en al menos una semana.
Maxwell permanece detenida sin fianza en una cárcel de Nueva York, después de declararse inocente la semana pasada. Está acusada de seis cargos de abuso sexual y dos cargos de perjurio, y enfrentará hasta 35 años en prisión si es declarada culpable.
Las autoridades afirman que Maxwell atraía a las niñas preguntándoles sobre sus vidas, escuelas y familias y llevándolas de compras o al cine. Después de ganarse la confianza de las menores, la mujer trataba de "normalizar el abuso sexual" al discutir temas sexuales, desvestirse frente a las víctimas o estar presente cuando alguna de ellas estaba desnuda.