Un equipo de científicos de universidades de EE.UU. y Canadá ha descubierto los restos de un ave gigante ahora extinta, similar a una paloma de aproximadamente medio metro de largo en el Reino de Tonga (Oceanía), según un estudio publicado esta semana en la revista Zootaxa.
La especie, recientemente descrita como 'Tongoenas burleyi', habitó las islas del Pacífico devorando fruta durante al menos 60.000 años, pero desapareció con la llegada de los humanos a su hábitat, que la cazaron hace unos 2.850 años.
Cuando los científicos desenterraron por primera vez los fósiles quedaron impresionados por su gran tamaño. La longitud del cuerpo del ave era de poco más de 50 centímetros sin contar su cola, y pesaba unas cinco veces más que una paloma moderna. También tenía un plumaje brillante inusual.
La 'Tongoenas burleyi' se alimentaba de frutos tropicales como mango, guayaba y arándanos. Del tamaño de un pato grande, probablemente era capaz de "tragar una fruta tan grande como una pelota de tenis", señaló el autor principal del estudio del Museo de Historia Natural de Florida, David Steadman. "Algunos de estos árboles tienen una fruta grande y carnosa, claramente adaptada para que una gran paloma la trague entera", agregó Steadman.
Su ausencia amenaza el ecosistema
Los especialistas también destacaron que el ave cumplía un rol fundamental en el ecosistema esparciendo las semillas de estas plantas por el archipiélago y que su ausencia podría amenazar la supervivencia a largo plazo de árboles locales. "Las especies de palomas en Tonga actualmente son demasiado pequeñas para comer frutas tan grandes, lo que pone en peligro ciertos árboles frutales", lamentó la coautora del estudio, Oona Takano, de la Universidad de Nuevo México.
Los columbidos, la familia de aves que incluye a las palomas, tenían pocos depredadores antes de que la gente llegara a las islas del Pacífico. La región carecía de primates y carnívoros como gatos, perros y comadrejas, pero esa situación cambió, señalan los autores.
Hoy en día, las islas del Pacífico son el epicentro mundial de la diversidad de especies de palomas, con más de 90 tipos y diversos tamaños. Sin embargo, ese número es mucho menor de lo que alguna vez fue.