En los últimos tres años Rusia ha dejado de ser el "mayor adversario percibido" de EE.UU., un papel que ahora está desempeñando China, publicó el pasado domingo el periódico Financial Times (FT).
Según el medio, la Administración Trump se ha centrado en China como su "mayor amenaza" tanto en términos de comercio y tecnología, como en relación con los asuntos militares, a pesar de que fue Moscú la que "lanzó el desafío más directo al orden internacional dominado por Occidente" tras la reunificación de Crimea con Rusia en 2014.
Además, en algunos círculos se ha expresado la confianza de que EE.UU. y Rusia puedan trabajar juntos para contrarrestar a China, ya que, además del aparente cambio de roles, la relación entre Moscú y Pekín no es tan fuerte como parece a primera vista, de acuerdo con FT.
Como ejemplo de los problemas existentes en las relaciones entre Rusia y China, el periódico señala que el mes pasado el canciller ruso, Serguéi Lavrov, no participó en el Foro de la Franja y la Ruta, donde Rusia estuvo representada por un embajador de buena voluntad en lugar de por el ministro.
Además, este mes, los festejos organizados por la Embajada de Rusia en Pekín para celebrar el 160.° aniversario de la fundación de Vladivostok provocaron una reacción violenta entre los internautas chinos, que sostenían que la ciudad está ubicada en territorios que antes pertenecían al gigante asiático.
EE.UU. quiere encontrar "la costura" en las relaciones entre Rusia y China
El pasado viernes, el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, declaró que "existe la oportunidad" de que Washington y Moscú trabajen juntos para contrarrestar a Pekín.
Por su parte, el subsecretario de Estado, Steve Biegun, subrayó el mes pasado a FT que EE.UU. podría ser más ágil y encontrar "la costura" en las relaciones entre Rusia y China. Entre tanto, un ex alto funcionario del Pentágono, Elbridge Colby, sostuvo que Washington debería reducir los factores irritantes en las relaciones con Moscú y que el objetivo de la nación norteamericana "debe ser asegurar un amplio espacio entre China y Rusia".
No obstante, varios expertos califican de "ingenua" la idea de que Washington pueda usar a Moscú contra Pekín. En particular, el profesor de la Universidad Normal del Este de China, Zhang Xin, dijo que la relación chino-estadounidense, que se deteriora a gran velocidad, está presionando a Moscú y a Pekín a aumentar la comprensión mutua.
A su vez, Bobo Lo, del centro de investigación australiano Instituto Lowy, afirmó que Rusia "tiene poco interés en preservar el orden mundial existente, mientras que China ha sido el mayor beneficiario de ese orden". Según el experto, "mirar a Occidente de vez en cuando y parecerle razonable" a Pekín es parte de la política exterior del mandatario ruso, Vladímir Putin.
Entre tanto, la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, señaló el pasado viernes que EE.UU. está tratando de "provocar una confrontación pública entre Rusia y China". "Les puedo asegurar que no tendrán éxito", agregó la vocera.
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