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Sentencian a 11 años de prisión a un líder samoano por trata de personas y esclavización durante 25 años
Además de pasar más de una década en la cárcel, deberá compensar a las víctimas con un total de 120.000 dólares. El acusado atraía a compatriotas suyos para trabajar en Nueva Zelanda, donde reside.
Un líder samoano residente en Nueva Zelanda fue sentenciado este 27 de julio a 11 años de prisión por trata de personas y por haber esclavizado a compatriotas suyos durante 25 años, informa RNZ.
Joseph Auga Matamata, de 65 años, también conocido como Villiamu Samu, deberá pasar más de una década en la cárcel y pagar unos 120.000 dólares de compensación a sus víctimas, ordenó la juez Helen Cull, que describió como "aborrecible" la conducta del acusado. El mes pasado, la Fiscalía neozelandesa confiscó la mitad de las propiedades de Matamata para destinarlas a las reparaciones.
New Zealand takes a stand against modern slavery.Today, the Samoan chief guilty of 10 charges in human trafficking and 13 charges in slavery has been sentenced to 11 years in prison. Full story: https://t.co/K551c9MKNe
— Walk Free (@WalkFree) July 27, 2020
Matamata fue declarado culpable de 10 cargos de tráfico de personas y 13 de esclavización tras un juicio de cinco semanas en el Tribunal Superior de la ciudad de Napier el pasado marzo. Es la primera vez que un residente de Nueva Zelanda es acusado de tráfico de personas y de esclavización simultáneamente.
El delito se produjo entre 1994 y abril del 2019 y afectó a 13 samoanos de tres aldeas de la isla de Upolu, el más joven de los cuales tenía solo 12 años.
Matamata prometía a compatriotas suyos un trabajo remunerado en el sector de la horticultura en Nueva Zelanda y les costeaba los vuelos, visados y pasaportes. Sin embargo, una vez en Nueva Zelanda las víctimas tenían que trabajar hasta 14 horas diarias siete días a la semana sin recibir ningún sueldo. Además, después del trabajo eran obligados a completar tareas domésticas hasta altas horas de la noche en la casa de Matamata, que les golpeaba si desobedecían.
El abogado del acusado, Roger Philip, dijo que su cliente estaba "bastante decepcionado" por la condena. "Ahora reflexionará sobre la sentencia que se le ha impuesto. Se tomará un tiempo para considerar sus opciones legales y obviamente obtendrá asesoramiento jurídico sobre si desea impugnar la condena y la sentencia", afirmó.
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