Miles de bolivianos marcharon este martes en rechazo a la nueva postergación de las elecciones, al considerar que es una maniobra de la presidenta de facto, Jeanine Áñez, para evitar la recuperación del sistema democrático, que quedó interrumpido desde el golpe de Estado que sufrió el año pasado el expresidente Evo Morales.
La Central Obrera Boliviana (COB) convocó a una movilización que fue masiva y a la que se sumaron la Federación Única de Trabajadores Campesinos de Chuquisaca, el Consejo de Federaciones Campesinas de Los Yungas, la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales Originarias de Bolivia y Juventudes Interculturales Originarias de Yacuiba, Tarija, entre otras organizaciones de todo el país.
La semana pasada, el Tribunal Supremo Electoral de Bolivia confirmó que las elecciones previstas para el 6 de septiembre se postergarán al 18 de octubre y, en caso de que haya necesidad de una segunda vuelta, se realizará el 29 de noviembre.
De esta manera, Áñez permanecerá casi un año en el cargo de presidenta para el que se autoproclamó el 12 de noviembre de 2019, pese a que aseguró en esa oportunidad que solo ocuparía durante algunas semanas.
En ese entonces también dijo que no sería candidata, pero finalmente se postuló. Pese a sus aspiraciones, según los sondeos, avanza en un lejano tercer lugar, después de los candidatos del Movimiento al Socialismo, Luis Arce; y de Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa.
La última encuesta publicada en julio por Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag) reveló que el 59,8 % de los bolivianos considera mala o muy mala la gestión de Áñes durante la pandemia, además de que el 65,2 % califica negativamente a sus políticas económicas.
Con miras a las elecciones, Arce encabeza con una intención de voto del 41,9 %, mientras que Mesa alcanza el 26,8 % y Áñez apenas el 13,3 %.
Permanente tensión política
En medio de este escenario que anticipa una derrota del oficialismo y el regreso al poder del partido de Evo Morales, los candidatos de derecha presionaron para cambiar nuevamente la fecha de las elecciones, que primero se habían planeado para el 3 de mayo, fecha que se pospuso debido a la pandemia.
A pesar de que el TSE de Bolivia argumentó motivos sanitarios para pasar ahora los comicios de septiembre a octubre, los manifestantes que marcharon este martes aseguraron que la postergación responde únicamente a motivos políticos para tratar de impedir el triunfo del MAS.
El secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana, Juan Carlos Guarachi, explicó que, como parte de esta jornada de protesta, realizarían un cabildo popular para evaluar el estado de la Nación.
"Viendo las necesidades del pueblo como el problema de salud, la educación, la democracia, estabilidad laboral, la caída de la economía, estamos indignados y sorprendidos por las decisiones del Tribunal, que postergó las elecciones", dijo.
Por el contrario, el ministro de Defensa, Fernando López, advirtió que la marcha fue organizada por dirigentes del MAS que ya fueron identificados y amenazó con que serán buscados por la justicia por realizar una convocatoria de este tipo, a pesar del riesgo de expandir una pandemia que ya ha dejado 68.281 contagios y 2.535 muertos.
"Estamos luchando para que la gente tenga distanciamiento físico, tenga barbijo, se lave las manos y de pronto hacen exactamente lo contrario: tumultos, marchas, desmanes. ¿Qué quieren? ¿Quieren muerte, quieren seguir contagiando?", cuestionó.
Asimismo, el ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, acusó al candidato presidencial del MAS, Luis Arce, y demás organizaciones sociales, de perpetrar "un atentado contra la salud y la vida de los bolivianos" al organizar esta marcha.
"Lamentamos la actitud absolutamente irresponsable que demuestran quienes convocaron a movilizaciones en plena pandemia, son acciones carentes de todo gesto de humanidad y amor al prójimo", enfatizó Núñez, quien agregó que "la población boliviana prefirió quedarse en casa".
A la par, el ministro aclaró que la fecha de las elecciones es una decisión que "no le compete al gobierno", pero "los ciudadanos están llamados a respetar las decisiones del Tribunal Electoral y cumplirlas".
Por su parte, el activista y analista económico Juan José Bedregal considera que la postergación constante de las elecciones forma parte de la estrategia de Jeanine Áñez para permanecer en el poder. Además, el experto indica que su Ejecutivo muestra señales de que prepara un fraude en los futuros comicios.