Un caza ruso MiG-31 fue puesto en alerta este martes para interceptar un avión Falcon-20 de la Fuerza Aérea de Noruega sobre las aguas neutrales del mar de Barents, en el océano Ártico, informa el Centro Nacional ruso de Gestión de la Defensa.
El objetivo, identificado como un avión de reconocimiento y lucha electrónica, estaba "acercándose a la frontera estatal de la Federación Rusa", pero tuvo que cambiar de curso ante la presencia del caza ruso, que forma parte de las fuerzas de defensa antiaérea de la Flota del Norte.
"Todo el vuelo del MiG-31 se realizó con acato de las normas internacionales del uso del espacio aéreo. No se permitió que el avión espía de la Fuerza Aérea noruega violara la frontera estatal rusa", reza el comunicado, citado por RIA Novosti.