Turquía y Siria tachan de "robo" y "apoyo a terrorismo" el acuerdo sobre petróleo entre kurdos y una empresa de EE.UU.

El contrato fue confirmado por el secretario estadounidense de Estado, Mike Pompeo.

Las informaciones sobre el acuerdo alcanzado entre las Fuerzas Democrática Sirias y una compañía estadounidense para la modernización y desarrollo de yacimientos de petróleo en el norte y el este de Siria han desatado severas críticas por parte de Damasco y Ankara.

Un portavoz del Ministerio sirio de Exteriores calificó de "robo" el acuerdo, mientras que la Cancillería turca evocó la "integridad territorial y soberanía siria", si bien Ankara desplegó tropas en el país sin permiso de Damasco.

El acuerdo sobre los yacimientos abre perspectivas para el crecimiento de la independencia económica de los kurdos sirios, que constituyen el núcleo de las FDS y mantienen vínculos con el separatismo kurdo en el territorio turco.

"Los recursos naturales de Siria pertenecen al pueblo sirio. Lamentamos que EE.UU. apoye este acto, que desacata el derecho internacional y la unidad territorial y la soberanía de Siria, e incurre en la financiación del terrorismo", denunció este lunes el Ministerio turco de Exteriores a través de un comunicado.

Poco antes, la Cancillería siria había descrito el "acuerdo entre ladrones que roban y ladrones que venden" como una amenaza a su soberanía, negándole la legitimidad a la negociación.

El acuerdo se dio a conocer gracias al comandante de las FDS Mazloum Kobani, que lo comunicó la pasada semana a Lindsay Graham, senador republicano cercano al presidente estadounidense, Donald Trump.

Durante una reunión del Comité de Relaciones Exteriores celebrada el pasado jueves, Graham preguntó acerca del acuerdo al secretario de Estado, Mike Pompeo, que aclaró que el Gobierno lo apoya, que su conclusión "llevó un poco más de tiempo de lo esperado" y que podría tener un gran alcance.

Ambos políticos no especificaron qué compañía alcanzó el acuerdo. Fuentes cercanas al negocio contaron a Al-Monitor que se trata de Delta Crescent Energy, empresa con sede en el estado de Delaware, y que el contrato habría sido firmado con apoyo de la Casa Blanca, que al mismo tiempo sanciona a entidades que negocian en petróleo y derivados con Damasco.