La enorme explosión ocurrida este martes en el puerto de Beirut afectó a varias zonas de la capital libanesa: cientos de edificios fueron destruidos, dejando una gran cantidad de escombros en las calles.
El impacto del estruendo fue tal, que incluso se llegó a sentir en Limasol, Chipre. Por su parte, sismólogos jordanos compararon la potencia de la explosión con la de un terremoto de magnitud 4,5.
Asimismo, el humo rojizo procedente de la explosión en Beirut parece haberse extendido a decenas de kilómetros, llegando al valle de la Becá. Lo demuestran fotos y videos difundidos en las redes sociales.
Nitrato de amonio
De acuerdo con el ministro del Interior libanés, Mohammed Fahmi, la explosión se originó en una bodega donde estaban almacenadas cerca de 2.700 toneladas de nitrato de amonio, sustancia que se puede usar en la fabricación de bombas.
Jeffrey Lewis, experto en control de armas y profesor del Instituto Middlebury de Estudios Internacionales en Monterey (EE.UU.), confirmó a The Washington Post que rastros de amonio encendido (humo rojizo) salieron de la explosión. "El color es consistente con el compuesto químico y proviene de los óxidos de nitrógeno, cuyo subproducto le da al esmog sus tonos rojizos", explicó el experto.
Por su parte, la Embajada de Estados Unidos en Líbano ya advirtió a través de un comunicado que la explosión en Beirut pudo haber liberado sustancias tóxicas a la atmósfera.