Cincuenta millones de mascarillas compradas por el Gobierno del Reino Unido, como parte de un contrato de 252 millones de libras esterlinas (331 millones de dólares, aproximadamente), no podrán ser utilizadas debido a problemas de malfuncionalidad, informa The Times.
El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés) firmó en abril el contrato con la compañía Ayanda Capital, que incluía un pedido de 50 millones de mascarillas médicas 'FFP2' de alta resistencia, con un costo comprendido entre 150 y 180 millones de libras esterlinas (236-331 millones de dólares, aproximadamente).
Al recibir las máscaras, sin embargo, el NHS tuvo que optar por no utilizarlas, puesto que sus tiras de cierre alrededor de las orejas –en lugar de la cabeza– no pueden ajustarse lo suficiente y, por lo tanto, son ineficientes al momento de proteger del nuevo coronavirus.
Lo sucedido derivó en una demanda de revisión judicial presentada por The Good Law Project,una organización sin fines de lucro de derechos legales, en contra del Gobierno.
Según explica la organización, el acuerdo fue negociado por Andrew Mills, empresario y asesor del Departamento de Comercio Internacional del Reino Unido, quien también forma parte de la junta directiva de Ayanda Capital.