En la localidad de Portmore (Jamaica) un hombre no dudó en lanzarse a un canal lleno de cocodrilos para salvar a un niño en apuros, informa la prensa local.
Cuando Jeffery Bowen volvía por la tarde a su casa del trabajo, se cruzó con un amigo que le avisó de que había visto un cuerpo en el agua. Debido a la oscuridad Bowen pensó que se trataba de un cadáver, sin embargo gracias a la iluminación de la calle pudo ver que no se trataba de un cuerpo sin vida, sino de un niño.
Después de quince minutos dando indicaciones al chico para salir —a las que el joven no reaccionaba— y tratando sin éxito de ayudarle a salir con un palo, el hombre decidió saltar al agua. Bowen afirma que no tuvo miedo en el momento porque solo pensaba en ayudar al chico. Cuando al final logró sacarlo del canal, puso al joven de costado para que expulsara toda el agua que había tragado.
Al final el chico se recuperó y pudo incorporarse, en ese momento Bowen le preguntó su nombre y fue cuando cuando se dio cuenta de que el chico era sordo y por eso no había reaccionado a las indicaciones que Bowen le daba.
El concejal del departamento de Bridgeport donde ocurrieron los hechos, calificó la actuación del hombre como "un esfuerzo valiente" que es un "ejemplo claro del tipo de personas que son y tienen que ser los jamaicanos".