El Gobierno de Italia ha presentado este viernes un paquete de medidas de prevención contra el coronavirus para regular la vuelta a clase –prevista para el próximo 14 de septiembre– en todos los colegios del país. El protocolo gubernamental, dotado con 2.900 millones de euros, fue ratificado por los sindicatos y por el Ministerio de Educación el jueves, tras una ardua negociación.
En concreto, las medidas más destacables a cumplir dentro de las propias aulas son el mantenimiento de una distancia de un metro entre las caras de los alumnos, la mascarilla obligatoria y la regulación de tiempos escalonados de entrada y salida para evitar aglomeraciones. Las escuelas estarán obligadas a cumplir, además, con un estricto horario de limpieza de sus instalaciones, que se llevará a cabo con el máximo rigor.
Eventualmente será necesario, sobre todo para mantener las distancias de seguridad, la remodelación o ampliación de algunos de los espacios educativos. En un post de Facebook, la ministra italiana de educación, Lucia Azzolina, detalló que, además de la dotación presupuestaria correspondiente al plan, el Gobierno italiano también está "poniendo fondos para que las autoridades locales puedan alquilar el espacio necesario para impartir clase".
Aunque el protocolo está pensado para una vuelta a las clases presenciales, el Ejecutivo no descarta en su propuesta la implantación de clases on-line si la situación lo requiriese.
Apoyo informativo y psicológico
Una de las medidas estrella de este plan consiste en la habilitación de una 'mesa de ayuda', un servicio dedicado a prestar información telefónica o vía web, que entrará en funcionamiento el 24 de agosto y atenderá todas las consultas relacionadas con la aplicación de las medidas de seguridad, ofreciendo soporte cuando se solicite.
La aprobación de esta iniciativa ha tenido lugar tan solo un día después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) se haya pronunciado sobre el peligro potencial de reabrir los colegios en países con altas tasas de transmisión de Covid-19, llegando a sugerir que "solo empeorará la situación".
Por su parte, el director de Emergencias Sanitarias de la OMS, Mike Ryan, recomendó directamente retrasar el regreso a las escuelas hasta que "los alumnos y los profesores lo hagan en un marco seguro".