El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, calificó como "narcoestado" la administración de su antecesor, el expresidente Felipe Calderón.
"Se llegó a hablar de un 'narcoestado' y yo, sinceramente, en ese entonces pensaba que no era correcto clasificar de esta manera al Estado mexicano. Pero luego, con todo esto saliendo a relucir, pues sí se puede hablar de un 'narcoestado', porque estaba tomado el gobierno, quienes tenían a su cargo combatir la delincuencia estaban al servicio de la delincuencia, mandaba la delincuencia, era la que decidía a quién perseguir y a quién proteger", señaló el mandatario.
Las declaraciones de López Obrador se produjeron en relación al juicio que se sigue en EE.UU. contra Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública de Calderón, quien enfrenta un proceso judicial ante una corte federal de Nueva York acusado de narcotráfico.
"Es un asunto realmente vergonzoso que actuara como secretario y al mismo tiempo protegiera a una de las bandas del crimen organizado", agregó.
El tema salió a la luz luego de que durante la conferencia matutina de este lunes, 10 de agosto, un reportero preguntara al presidente por los señalamientos hechos por la periodista Anabel Hernández, quien la semana pasada aseguró que varios excolaboradores de García Luna aún operan dentro de la Fiscalía General de la República como una "red de protección" para el exfuncionario.
López Obrador explicó que Alfonso Durazo, actual secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, tiene instrucciones de que no se permita que los colaboradores de García Luna laboren en la presente administración.
El expresidente Felipe Calderón alcanzó la Presidencia de México en 2006, luego de un polémico proceso electoral que fue calificado por López Obrador como un "fraude". Calderón impulsó que el Ejército realizara labores de seguridad tras declararle la "guerra al narcotráfico", al mismo tiempo que su principal estratega, García Luna, presuntamente colaboraba con el Cártel de Sinaloa, según autoridades estadounidenses.
En semanas recientes, el Gobierno mexicano, a través de la Unidad de Inteligencia Financiera, congeló cuentas de Luis Cárdenas Palomino y Ramón Eduardo Pequeño, excolaboradores de García Luna que ocupaban altos mandos dentro de la Policía Federal, luego de que ambos personajes fueran señalados en el proceso judicial en EE.UU.