Un espeluznante informe sacó a la luz, en junio pasado, un escándalo de abusos infantiles masivos en Alemania, que durante más de tres décadas, y hasta 2003, involucró a niños adoptivos cuya custodia fue concedida a pedófilos con el conocimiento de las autoridades. Incluso en Berlín, las personas a cargo estaban al tanto de esa práctica, que fue "aceptada, apoyada y defendida" por políticos y académicos de izquierdas a lo largo de los años 70, 80 y 90 del siglo pasado.
En el centro del escándalo está el psicólogo Helmut Kentler, cuyo Centro Pedagógico de Berlín se encargaba de buscar padres adoptivos para los niños. Kentler fue un defensor abierto de la "pedosexualidad", y durante toda su carrera profesional abogó por la normalización del sexo con infantes. En 1999 declaró que la pedofilia "puede tener un efecto muy positivo en el desarrollo de la personalidad de un niño".
En un nuevo documental de RT, dos víctimas que sufrieron una terrible experiencia debido a las prácticas promovidas por Kentler compartieron sus sentimientos. "Si no obedecía tan voluntariamente como él pensaba que debía, había golpizas", dijo una víctima que vivió con Fritz H., pedófilo convicto que violó al menos a nueve niños bajo su cuidado, algunos de tan solo seis o siete años. "Cada día con este hombre era una lucha por sobrevivir", dijo al describir a Fritz como un "psicópata".
En el parlamento alemán, algunos senadores han presionado para que se lleve a cabo una investigación sobre el escándalo, pero los documentos que detallan el alcance total del abuso siguen bajo llave en los archivos de Berlín.
"Los responsables aún están sentados en sus oficinas o se han retirado", afirmó otra víctima, y agregó que un político responsable de esos asuntos está todavía en el Partido Socialdemócrata de Alemania, mientras que la vida de los victimados sigue siendo una lucha diaria. "A veces se pierde la voluntad de vivir. Piensas: ¿por qué? Soy una persona que no merece ser amada. Yo era, y sigo siendo, producto de un abusador de menores", compartió.