La líder de la oposición bielorrusa se encuentra en Lituania
La noche de este lunes la Policía bielorrusa dispersó con gases lacrimógenos, balas de goma y granadas aturdidoras a los manifestantes que salieron a las calles de la capital del país, Minsk, para protestar por la victoria de Alexánder Lukashenko en las elecciones presidenciales que se celebraron el 9 de agosto.
Además, se reporta que los manifestantes erigieron barricadas y arrojaron botellas a la Policía, mientras que el tráfico de automóviles en el centro de Minsk está bloqueado.
La portavoz del Ministerio del Interior de Bielorrusia, Olga Chemodánova, informó que un manifestante falleció al estallarle en las manos un artefacto explosivo que intentó lanzar hacia los agentes.
Además, por todas partes se escucha el sonido de bocinas de coches, cuyos conductores expresan así su solidaridad con los manifestantes.
Entre tanto, Olga Chemodánova declaró a TASS que la situación "está bajo control". La vocera no dio detalles sobre la cantidad de personas detenidas durante la nueva jornada de protestas, subrayando que "actualmente se están analizando los datos".
Sin embargo, según los corresponsales de la agencia, ya han sido detenidos más de 100 manifestantes.
Bielorrusia está viviendo la segunda noche de enfrentamientos entre la Policía y manifestantes después de las elecciones presidenciales del pasado domingo.
Según los resultados preliminares, Alexánder Lukashenko —el actual presidente de Bielorrusia, que lleva en el poder desde 1994— ganó las elecciones tras obtener el 80,08 % de los votos. Entre tanto, la principal rival y líder de la oposición, Svetlana Tijanóvskaya, fue votada por el 10,9 % de los electores.
En su primera declaración tras los comicios Lukashenko afirmó que "la política debe ser una sola: la gente".
Por su parte, desde la oficina de Tijanóvskaya declararon que no reconocen los resultados de los comicios, asegurando que los datos que recibieron desde las mesas electorales en todas las regiones del país muestran que la candidata opositora obtuvo entre el 70 y 80 % de los votos. Además, desde su oficina declararon que "todo no ha terminado", reiterando que están listos para una protesta a largo plazo, mientras que la propia Tijanóvskaya aseveró que aboga por protestas pacíficas y se refirió a sí misma como la ganadora de las presidenciales.
Entre tanto, el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, afirmó que su país está profundamente preocupado por la situación alrededor de las elecciones presidenciales en Bielorrusia "que no fueron libres ni justas".
"Condenamos enérgicamente la violencia en curso contra los manifestantes y la detención de partidarios de la oposición, así como el uso de bloqueos de Internet para obstaculizar la capacidad del pueblo bielorruso de compartir información sobre las elecciones y las manifestaciones", señaló Pompeo.
Previamente, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, escribió en su cuenta de Twitter que "el acoso y la represión violenta de los manifestantes pacíficos no tienen lugar en Europa". "Los derechos fundamentales en Bielorrusia deben respetarse", destacó, pidiendo a las autoridades del país que garanticen que "cada voto en la elección de ayer sea contado y publicado con precisión".
El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, y el comisario de Vecindad y Ampliación, Olivér Várhelyi, afirmaron en un comunicado conjunto que los comicios en Bielorrusia se vieron empañados por "la violencia estatal desproporcionada e inaceptable contra los manifestantes pacíficos".