El ministro español de Sanidad, Salvador Illa, ha anunciado este viernes un nuevo paquete de medidas acordado con los distintos gobiernos regionales del país para atajar el preocupante aumento de casos de coronavirus registrado en España a lo largo de las últimas semanas. El cierre de los locales de ocio nocturno y la prohibición de fumar en la vía pública cuando no se pueda mantener una distancia de seguridad destacan entre las recientes decisiones.
En concreto, será obligatorio el cierre de discotecas, salas de baile y bares de copas con y sin actuaciones musicales en directo. Con respecto al consumo de tabaco y asimilados, se prohíbe fumar en la vía pública o en espacios al aire libre cuando no se pueda mantener una distancia interpersonal de al menos dos metros. Esta limitación es igualmente válida para los distintos dispositivos de inhalación, como pipas de agua, cachimbas o asimilados.
Aunque Illa ha admitido que "no hay un plazo establecido" para que las comunidades autónomas traspongan estas nuevas medidas a sus ordenamientos legales, el titular de Sanidad ha asegurado que lo harán "en la máxima brevedad posible".
El ministro ha querido subrayar la unanimidad con la que se han acogido las nuevas normas en materia de prevención y ha insistido en que desde su departamento se pide a las autoridades territoriales que pongan todos los medios a su disposición para hacer que se cumplan lo antes posible, ya que tienen carácter obligatorio "en todo el territorio nacional" y "no requieren ratificación jurídica".
Otras medidas destacables
Los establecimientos de hostelería y restauración también tendrán que cumplir con la obligación de garantizar distancias mínimas de 1,5 metros tanto en el servicio en barra como entre las mesas. Se establece también un máximo de 10 personas por mesa. Además se impone una limitación horaria: tendrán que cerrar a la 1:00 de la madrugada como máximo, y no podrán admitir nuevos clientes a partir de las 00:00 horas.
Por su parte, las residencias geriátricas y centros sociosanitarios quedarán sujetos a la obligación de realizar pruebas PCR a todos los nuevos ingresos con carácter residencial, con 72 horas de antelación como máximo. También se realizarán estos tests a los empleados que regresen de vacaciones y permisos, así como a los nuevos trabajadores que se incorporen.
En cuando a las visitas a estos centros, se limitarán a una única persona por residente y con una duración máxima de una hora al día, extremando en todo caso las medidas de prevención de contagios. Existirán excepciones a la limitación temporal de las visitas en los casos en los que el residente se halle en el proceso del final de la vida.
Respecto a la organización y autorización de eventos y actividades multitudinarias, será mandatoria una evaluación del riesgo por parte de la autoridad sanitaria correspondiente, tomando como referencia la normativa aprobada al respecto en la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.
El ministro Illa ha precisado en cualquier caso que las medidas anunciadas hoy constituyen "el mínimo" acordado, y que no se descartan nuevas restricciones si la situación sanitaria lo requiriese.
Su departamento notificó este jueves 2.935 nuevos casos de covid-19, en un fuerte repunte con respecto a los 1.690 detectados el día previo. La cifra oficial de contagios en España desde el inicio de la pandemia se sitúa ya en 337.334 casos.