El Tribunal Especial de la ONU para el Líbano, con sede en la ciudad neerlandesa de La Haya, no ha encontrado pruebas de que el Gobierno de Siria o el mando del movimiento Hezbolá estuvieran involucrados en el asesinato del antiguo primer ministro libanés, Rafic Hariri.
El atentado con explosivos que mató a Hariri fue perpetrado en 2005 y el fallo judicial reconoce la responsabilidad de un terrorista suicida no identificado en este crimen. Los jueces estiman que existían motivos para la participación siria o de este grupo chiita, pero no hay evidencia directa alguna.
Además, un supuesto miembro de Hezbolá, Salim Ayyash, ha sido declarado culpable en ausencia como participante en la organización del atentado, mientras que otros tres acusados han sido absueltos, detalla Al Jazeera.