El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, denunció este miércoles que se han realizado nuevas reuniones entre el presidente de Colombia, Iván Duque, y representantes del Gobierno de EE.UU. para aumentar los ataques contra el territorio venezolano.
Según Saab, en el encuentro estuvieron presentes el consejero de Seguridad estadounidense, Robert O'Brien; el jefe del Comando Sur de las Fuerzas Armadas de EE.UU., Craig Faller; y el asesor especial para el hemisferio occidental, Mauricio Claver-Carone.
"Fueron a hablar para aumentar los ataques contra Venezuela en un momento en que Trump está, según las encuestas, en una situación muy comprometedora, de muy bajo nivel de popularidad para las elecciones de noviembre en EE.UU", dijo Saab.
De acuerdo con el fiscal, Trump considera que con estas "maniobras" contra Venezuela, y la complicidad permanente de Colombia, podría captar los votos de los "fanáticos y extremistas" del estado de Florida.
En contraste, Saab saludó a los senadores colombianos que "han alzado su voz en contra de esta lamentable situación", como Iván Cepeda y Gustavo Petro. Asimismo, le agradeció a la diputada colombiana María José Pizarro por alertar que Colombia y EE.UU. pretenden una invasión terrestre contra Venezuela.
"En esa reunión no hablaron del Derecho Internacional Humanitario, ni de cómo asistir a la gente en medio de esta pandemia o cómo distribuir medicinas o alimentos, sino de cómo atacar a Venezuela", enfatizó.
El pasado 17 de agosto, Duque se reunió en Bogotá con una amplia delegación estadounidense. Tras el encuentro, el mandatario colombiano anunció la creación de un plan conjunto de su país con EE.UU., llamado 'Colombia Crece', que contempla inversiones por casi 2.600 millones de dólares.
En su discurso, el presidente colombiano agradeció a su homólogo estadounidense, Donald Trump, por ver "la importancia de seguir combatiendo de manera efectiva el narcotráfico, el terrorismo", y manifestó que su Gobierno no reconocerá las venideras elecciones parlamentarias en Venezuela.
Caracas y Bogotá han sufrido tensiones que llegaron a su punto máximo con la ruptura de relaciones diplomáticas, luego de que la Casa de Nariño reconociera a Guaidó como "presidente encargado" de Venezuela y participara en un intento fallido de forzar el ingreso de "ayuda humanitaria" a territorio venezolano.