Un hombre en situación de calle se reunió por primera vez con su familia en 20 años gracias a una pareja que le prestó la ayuda necesaria. Todo comenzó cuando Randi Emmans-Bailyn salió con su perro a pasear y se encontró con un hombre, Pedro Reid, que se lamentaba de que la gente no le devolviera el saludo, le ignorara o "miraran con extrañeza" por vivir en la calle.
Emmans volvió a casa a buscar a su novio, John Suazo, y para entregar al hombre una de las mochilas de la iniciativa benéfica 'Proyecto Mochila' (Proyect Backpack) con la que ayudan a los sintecho en Los Ángeles (EE.UU.). Fue entonces cuando Reid les contó su historia y sobre cómo llevaba 20 años sin ver a su familia, la pareja se quedó asombrada por su forma de hablar. "Nos dejó impresionados. Toda la conversación nos conmovió", afirma Suazo.
En 1999, Reid dejó Charleston, en Carolina del Sur, para mudarse a vivir con una tía en Los Ángeles. Sin embargo, debido al alcohol y las drogas, un año después no tenía un lugar en el que vivir. Durante un altercado con la Policía, Reid, carente de documentación, afirmó llamarse Franklin Mitchell y continuó con ese nombre, lo que imposibilitó que su familia lo encontrara.
El hombre afirmó sentirse cómodo conversando con la pareja porque no le juzgaron y mostraron interés por conocer su historia. "Creyeron en mí a pesar de la situación en la que me encontraba", dijo Reid.
Tras conocer la difícil situación de Reid, Emmans y Suazo empezaron a buscar a sus parientes y encontraron un número de teléfono en Internet.
Resultó que la familia llevaba buscándolo durante todos estos años. En cuanto se enteraron de la aparición de su pariente, el primo y el tío de Reid tomaron un avión desde Carolina del Sur para encontrarse con él.
Antes del reencuentro de Reid con sus familiares, Emmans y Suazo se dirigieron a las redes: en 72 horas recaudaron 6.500 dólares con los que le consiguieron una habitación en un hotel, ropa y otros enseres.
Después de conseguir reunir a Reid con sus familiares, Emmans pidió en sus redes a la gente que si se encuentran con una persona sin hogar por la calle no las hagan sentir invisibles: "No gires la cara si te dicen 'Hola'".