El presidente de Bielorrusia, Alexánder Lukashenko, ha bajado con un fusil en la mano del helicóptero que este domingo lo trasladó a su residencia de trabajo en Minsk, la capital de Bielorrusia, junto a la cual se estaba realizando una protesta de la oposición. El mandatario salió del aparato acompañado de hombres armados.
Todos los accesos al palacio fueron bloqueados por la Policía antidisturbios, otras fuerzas especiales y equipo especial, incluidos blindados.
Decenas de miles de personas se han congregado este domingo en el centro de Minsk, para manifestarse en contra de Lukashenko, cuya victoria en las elecciones del pasado 9 de agosto no reconocen.
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