La llegada del huracán Laura a la costa noroeste del golfo de México ha causado sus primeros estragos en la ciudad de Lake Charles, en el estado de Luisiana. El fenómeno, que ya había sido calificado por el Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. como "extremadamente peligroso", provocó un incendio en una planta química tras tocar tierra este jueves.
El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, confirmó los hechos a través de su cuenta de Twitter y aconsejó a los residentes buscar refugio y cerrar puertas y ventanas, así como proceder a apagar las unidades de aire acondicionado. "Quédense dentro y esperen instrucciones adicionales de los funcionarios locales", escribió.
Medios locales informan que el incendio ocurrió horas después de que el ojo del huracán pasara directamente sobre la ciudad. Aparentemente lo produjo una fuga de cloro dentro de las instalaciones de BioLab, donde actualmente las autoridades trabajan junto con los gerentes de la planta para contener la nube provocada por los productos químicos.
BioLab fabrica ácido tricloroisocianúrico, polvo de cloro para piscinas y otros productos químicos utilizados en limpiadores domésticos. Estas dos sustancias son potencialmente tóxicas para las personas y los animales si se ingieren o inhalan.
Al huracán Laura se le han atribuido al menos tres muertes en el estado, donde ha provocado marejadas ciclónicas, vientos extremos e inundaciones repentinas. Ya ha dejado más de 100.000 casas y negocios sin luz en los estados de Texas y Luisiana y se ha intensificado rápidamente hasta convertirse en huracán de categoría 4 antes de que tocara la costa estadounidense en las primeras horas de este jueves.