Aproximadamente 400.000 aves de granja fueron sacrificadas en Australia para hacer frente a la propagación de la gripe aviar, informan medios locales. Los animales infectados, entre ellos pollos, pavos y emúes, fueron sacrificados en diferentes granjas de todo el estado de Victoria desde que el primer brote fue detectado a finales de julio en una granja de pollos en la ciudad de Lethbridge.
El Departamento de Agricultura de Victoria afirma que se trata de tres cepas diferentes de distinta gravedad, lo que puede significar que hay distintos brotes y que no todos están conectados. Al menos ocho países se vieron obligados a suspender la importación de productos agrícolas de Victoria. Representantes del sector de producción de huevos de ese estado advierten que la pérdida de aves puede ser devastadora para los grandes y pequeños productores.