El Gobierno de transición de Sudán ha firmado este lunes un acuerdo de paz con el Frente Revolucionario de Sudán (SRF, por sus siglas en inglés), que aglutina a varios grupos rebeldes, con esperanza de poner fin a 17 años de guerras civiles en el país.
Las negociaciones duraron varios meses, desde finales del año pasado, y no contaron con la participación de varios poderosos grupos armados que operan en territorio sudanés.
Las actuales autoridades de Sudán asumieron el poder después de un levantamiento popular que llevó al derrocamiento del presidente Omar al Bashir en abril de 2019 por parte de los militares y esperan reactivar la economía reduciendo el gasto militar, que actualmente constituye una gran parte del presupuesto nacional.
Según un borrador obtenido por AP, las fuerzas rebeldes se integrarían en las Fuerzas Armadas de Sudán y el acuerdo también otorgaría autogobierno a las provincias de Nilo Azul, Kordofán del Sur y Kordofán del Oeste.
El Frente Revolucionario de Sudán forma parte del movimiento prodemocracia que lideró el levantamiento contra Al Bashir, pero los rebeldes no apoyaron por completo el acuerdo de reparto de poder alcanzado entre militares y civiles. El pacto actual incluye un plazo de seis meses para alcanzar la paz, que acabaría en febrero.
El grupo armado más grande de Sudán, el Movimiento de Liberación de Sudán-Norte, liderado por Abdel Aziz al Hilu, participó en las conversaciones pero aún no ha llegado a un acuerdo con el Gobierno. Entre sus reclamaciones se encuentran un Estado laico en el que la religión no juegue ningún papel en la legislación, la disolución de las milicias de Al Bashir y la reestructuración del Ejército del país. El grupo advirtió que si no se cumplen sus demandas, pedirá la autodeterminación en las zonas que controla en las provincias de Nilo Azul y Kordofán del Sur.
Otro importante grupo rebelde, el Movimiento Liberación de Sudán, dirigido por Abdel Wahid Nour, rechaza el Gobierno de transición y no ha participado en las negociaciones.