Médico ruso: "Occidente vive solo por las reglas, pero una epidemia es un matón y debe tratarse como a tal"
En vísperas del inicio de los ensayos clínicos posteriores al registro de la vacuna rusa Sputnik V contra el coronavirus, el médico jefe adjunto del hospital No. 52 de Moscú, Serguéi Tsarenko, ha concedido una entrevista al diario Kommersant, en la cual abordó las principales diferencias entre los métodos de tratamientos para el covid-19 que se usan en Rusia y en los países occidentales.
Durante la entrevista, la periodista mencionó una investigación publicada en la revista Nature que reveló una disminución significativa de la mortalidad en pacientes graves al usar la dexametasona, un esteroide antiiflamatorio de bajo costo, y preguntó a Tsarenko por qué no hubo estudios rusos sobre este fármaco, a pesar de que ya se está usando activamente en los hospitales de Rusia para tratar el covid-19.
"Simplemente seguimos un camino un poco diferente al del mundo occidental. Occidente vive solo por las reglas... Por ejemplo, recientemente hubo un estudio que mostró la ineficacia del fármaco tocilizumab, que en realidad, como hemos visto en la práctica, funciona. Los pacientes mejoran con él. El problema no es con el medicamento, sino con la organización apresurada equivocada de este estudio", señaló el médico.
Respecto al caso de la dexametasona, Occidente también está siguiendo el camino de "vivir según las reglas", según Tsarenko. El experto explicó que mientras los médicos occidentales estaban realizando un estudio sobre ese esteroide con un grupo de control, que al principio mostró que el fármaco era supuestamente ligeramente mejor que un placebo, los médicos rusos ya lo estaban usando en la práctica.
"Si hubiéramos esperado a los resultados, todos habrían muerto, como, de hecho, sucedió en Reino Unido. En general, estos estudios recuerdan a una parte de la novela 'Picnic al borde del camino', donde unos pseudocientíficos demostraban que si el paciente no recibía tratamiento, agua y alimento, seguramente moriría", comparó Tsarenko.
Según el experto, con la dexametasona, los médicos ya comprenden la situación: a causa del virus, se desarrolla una agresión inmune innecesaria que debe ser suprimida.
"Probamos esos corticosteroides mucho antes del estudio británico. La dosis utilizada para el tratamiento es ridícula, lo que puede no causar efectos secundarios. Bueno, aquí están los resultados del estudio: 8 mg de dexametasona es mejor que nada", recalcó el médico.
El camino del tratamiento personalizado
De acuerdo con Tsarenko, los médicos rusos siempre escogen un camino de tratamiento personalizado: "Hay un paciente, tiene una conexión clara entre la dinámica del tratamiento, el cuadro clínico y los datos de la tomografía computarizada". Mientras tanto, asegura, los doctores occidentales prefieren hacerlo todo según las reglas: el tratamiento solo se puede realizar después de obtener los resultados de un ensayo aleatorio.
"Imagínese que un matón se me acerca y me golpea en la cara y le digo: 'No me estás golpeando de acuerdo con las reglas. Tenías que ponerte de pie, advertirme, hacer tres reverencias, tal como se debe hacer en un 'tatami', y luego golpearme'. Una epidemia es un matón y debe tratarse como a un matón, y no según las reglas. En general, esta es mi opinión, pero no obstante, también es válida entre mis colegas rusos", concluyó Tsarenko.
"No evitaríamos la vacunación"
Esta semana han comenzado los estudios posteriores al registro de la vacuna rusa Sputnik V contra el coronavirus. Mientras algunos esperan con ansiedad los resultados de estos ensayos, otros cuestionan la necesidad de vacunarse, en primer lugar.
Tsarenko, por su parte, insiste en que "no evitaríamos la vacunación" de todos modos. "O todo el mundo se enferma o todo el mundo se vacuna. Hasta que no haya una capa inmune, se enferman, el virus no irá a ninguna parte", apuntó el médico ruso.
Aparte de Sputnik V, existe otra vacuna rusa, que está desarrollando actualmente por Rospotrebnadzor, el servicio que protege los derechos del consumidor en Rusia. En ese sentido, Tsarenko subrayó que es "genial que haya diferentes vacunas: tanto nuestras como extranjeras", agregando que "cuantas más vacunas, mejor".