El presidente de Perú, Martín Vizcarra, ha afirmado que la Policía cometió errores durante la intervención a una discoteca de Lima llevada a cabo a finales del mes pasado que dejó 13 muertos, según lo declaró este martes en una rueda de prensa.
"Hemos observado que los protocolos de intervención no han sido los que correspondían", explicó Vizcarra. "Lo que nos lleva a la conclusión que ha habido decisiones inadecuadas que no podemos ni vamos a justificar", añadió el mandatario.
Asimismo, Vizcarra ha asegurado que se están llevando las investigaciones necesarias para esclarecer los hechos, determinar responsabilidades y "castigar con severidad" a los culpables. No obstante, ha destacado su respeto por la labor que realiza la Policía nacional, especialmente durante la pandemia del covid-19.
El pasado 22 de agosto la Policía llevó a cabo un operativo policial en una discoteca de Lima a petición de los vecinos, lo que dejó 13 muertos y seis heridos, incluidos tres agentes. La Policía indicó que había unas 120 personas reunidas en un espacio muy reducido.
"Lamentable hecho"
El incidente se produjo cuando al ver entrar las fuerzas de seguridad, los asistentes intentaron escapar, lo que derivó en una aglomeración en la única salida, donde se atropellaron y aplastaron. Los familiares de las víctimas denunciaron que el pánico se desató entre los asistentes a la fiesta debido a los gases lacrimógenos arrojados por los agentes, asegurando que murieron por asfixia.
No obstante, la Policía negó tal acusación calificándola de "desinformación". Asimismo, indicó que 23 personas fueron arrestadas "para identificar a los dueños del local y responsables de este lamentable hecho" ocurrido durante la fiesta, que se organizó pese a la prohibición de realizar reuniones sociales debido al estado de emergencia por la actual crisis sanitaria. Quince de ellos dieron positivo a la nueva enfermedad.
Poco después de la tragedia, Vizcarra pidió una "sanción ejemplar" y el "máximo castigo" para los responsables de organizar dicho evento lúdico. "Tengo pena y tengo tristeza por las personas y familiares de los fallecidos, pero también tengo cólera e indignación con los irresponsables de organizar este tipo de eventos", aseveró el presidente peruano, que tildó el incidente de "sumamente grave".
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