El canciller venezolano, Jorge Arreaza, tildó de "desfachatez" las declaraciones del presidente colombiano, Iván Duque, quien anunció el jueves la captura de un grupo de "delincuentes venezolanos" que trataba de "estructurar operaciones de desestabilización" contra Colombia. Según Duque, estas actividades eran "presuntamente promovidas y financiadas" por el mandatario venezolano, Nicolás Maduro.
Estos cuatro venezolanos capturados la víspera entre Bogotá y Barranquilla (Atlántico) eran buscados por la Justicia de su país por su presunta participación en la 'Operación Gedeón', una fallida acción armada que en mayo trató de derrocar a Maduro; así como en el magnicidio frustrado de agosto de 2018 y en el intento de golpe de Estado, dirigido por el diputado opositor Juan Guaidó, en abril de 2019.
"Ahora resulta que los mercenarios desertores venezolanos iban a desestabilizar Colombia", escribió Arreaza en su cuenta de Twitter, asegurando que durante dos años Caracas ofreció a Bogotá "información precisa de las operaciones terroristas y jamás movieron un dedo. Los protegieron. Y así le pagan a esos traidores ".
"Soliciten también a Guaidó"
El ministro de Relaciones Exteriores usó como ejemplo el caso del desertor exjefe de inteligencia venezolano Cliver Alcalá Cordones, residenciado desde hace años en Barranquilla, quien aseguró en una entrevista radial hecha en Colombia que había participado en la compra de armamento para atentar contra Maduro.
"Las autoridades colombianas de inteligencia acompañaron cortésmente a su socio Cliver Alcalá hasta el avión VIP de EE.UU. y lo despidieron con abrazos. Hoy lo solicitan a la justicia", agregó el canciller.
Arreaza lamentó que la Justicia colombiana únicamente solicitara a las autoridades internacionales la detención de Jordan Goudreau, quien según investigaciones y su declaración a los medios, "diseñó, financió y ejecutó" el frustrado intento de invasión por vía marítima, y no la del diputado Guaidó, quien fue señalado por el exboina verde estadounidense de haberlo contratado para ese fin.
La 'Operación Gedeón', según las investigaciones hechas por Venezuela, fue una acción planificada por EE.UU. y Colombia, y ejecutada por una empresa de seguridad estadounidense presuntamente contratada por Guaidó, quien ha negado su participación en el hecho. La finalidad era deponer al mandatario venezolano, trasladarlo a territorio estadounidense e instaurar otro Gobierno en el país caribeño.