Una mujer que pasaba el día con unos amigos en la orilla del río Katún, en Siberia Occidental, decidió hacerse un selfi subida a una roca, cuando se le cayó un zapato al agua. En ese momento, cuando intentaba recuperarlo, perdió el equilibrio por efecto del alcohol, y cayó en la corriente, informan los servicios de rescate locales.
Por suerte, un remolino la arrastró, acercándola a la costa, y dos hombres, el policía Serguéi Chérnikov y el artista Alexéi Steshak, lograron rescatarla y sacarla del agua. La mujer, que no sabía nadar, no requirió asistencia médica.
Las autoridades locales estudian condecorar por su valentía a los dos hombres que rescataron a la mujer.
La corriente del Katún alcanza los 5-6 metros por segundo, por lo que supone un peligro para los bañistas. El río nace en glaciares de montañas, por lo que la temperatura del agua no suele superar los 10-15 grados centígrados. Los servicios de rescate advierten que una estancia prologada en el agua fría puede causar convulsiones.