La Justicia del Reino Unido rechazó este lunes posponer el juicio contra el periodista Julian Assange, quien afronta un pedido de extradición a EE.UU., donde se lo acusa de espionaje y la publicación de documentos secretos.
La noticia fue dada a conocer en las redes sociales de WikiLeaks, el portal creado por Assange para difundir documentos de interés público. Desde allí explicaron que la defensa no estaba "en condiciones de reunir pruebas" para responder a acusaciones "hechas solo en las últimas semanas".
El objetivo del equipo que defiende al activista era demorar el litigio hasta enero, para poder armar una mejor estrategia y contrastar las acusaciones. No obstante, la magistrada Vanessa Baraitser consideró que esta posibilidad demoraría demasiado el juicio, recordando que la defensa ya había tenido la oportunidad de hacer este planteo previamente.
Aitor Martínez, miembro del equipo de abogados que defienden a Assange, se refirió a la última novedad del caso en diálogo con RT, y consideró que "existen argumentos de peso para entender que este caso pondría en jaque la libertad de prensa".
Para Martínez, se trata de una acusación de carácter político, ya que Assange, como periodista en ejercicio, publicó información veraz proveniente de fuentes anónimas. De acuerdo al letrado español, este caso puede compararse con uno emblemático como el del Washington Post en el Watergate, u otros que sí fueron amparados dentro del derecho a la libertad de prensa.
Por otra parte, remarcó que 17 de los 18 cargos que pesan sobre el australiano se basan en la ley de espionaje de EE.UU., adoptada en 1917 tras la Primera Guerra Mundial para perseguir a espías, y que no muestra precedentes de aplicación a un periodista.
Reanudación
El caso por la posible extradición comenzó en febrero de este año, pero se suspendió por la pandemia del coronavirus, que paralizó las actividades en el Reino Unido. Tras esa pausa temporal, este 7 de septiembre se produjo la reanudación.
Así, el tribunal debe definir si el comunicador australiano es enviado a EE.UU., donde podría afrontar 18 cargos en su contra. Entre ellos se destaca la presunta violación a la Ley de Espionaje para obtener documentos gubernamentales, algo que podría conllevar una pena de hasta 175 años de prisión.
Para llegar a una conclusión, el tribunal central de Old Bailey, en Londres, escuchará a todas las partes involucradas durante cuatro semanas. Asimismo, hasta allí llegaron decenas de manifestantes, que protestaron para rechazar la posible extradición de Assange.
Antes de ser detenido, ese conocido periodista había sido asilado durante siete años en la Embajada de Ecuador en el Reino Unido, pero tras el cambio de Gobierno en el país latinoamericano, se le retiró la protección. En ese momento, tenía una causa por un presunto delito sexual, aunque el caso finalizó y nunca se demostró su culpabilidad. Por su parte, Assange siempre sostuvo que se trató de una persecución política por haber divulgado documentos reveladores.
Entre las filtraciones más conocidas de WikiLeaks, que comprometieron seriamente a la Casa Blanca, se destacan los archivos confidenciales de las Fuerzas Armadas sobre las guerras de Afganistán e Irak, sumado a mensajes secretos de la diplomacia estadounidense.
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