Las organizaciones feministas que la semana pasada tomaron la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) de México comenzaron a subastar las pinturas de próceres revolucionarios que intervinieron como parte de su protesta, y que se han convertido en un nuevo emblema de las luchas contra las violencias machistas.
El movimiento ha tenido tanta repercusión que incluso el presidente Andrés Manuel López Obrador lamentó que rayaran la imagen de Francisco I. Madero, el héroe que peleó para derrocar al dictador Porfirio Díaz a principios del siglo pasado.
"Yo creo que quien conoce la historia de este luchador social sabe que debemos de guardarle respeto. El que afecta la imagen de Madero, o no conoce la historia, lo hace de manera inconsciente, o es un conservador. Entiendo de que hay mucho dolor y las víctimas de la violencia están, con razón, muy dolidas y que tienen derecho de manifestarse, pero no creo que esa sea la mejor forma de hacerlo. La violencia no es el camino", afirmó el mandatario.
Sus palabras solo lograron exacerbar los ánimos de las manifestantes, que sacaron a la calle el cuadro de Madero y de otros héroes de la historia mexicana, los pintaron con consignas anarquistas, flores y lemas, los pusieron de cabeza y anunciaron que los van a subastar para financiar su movilización.
"¿Por qué el presidente se indigna por este cuadro? ¿Por qué no se indignó cuando abusaron de mi hija?", gritó una de las mujeres que participan en la toma, en medio de lágrimas de indignación.
"Estas flores, estos labios se los pintó mi hija (a Madero), una niña que a los 7 años fue abusada sexualmente", dijo señalando la imagen.
La subasta del cuadro de Madero ya alcanzó un valor de 22.000 pesos (alrededor de 1.000 dólares), en tanto que la de Benito Juárez, quien fue presidente a mediados del siglo XIX, y se convirtió en uno de los principales símbolos por la justicia y la libertad, está en 11.000 pesos (500 dólares). Por los cuadros de José María Morelos y Miguel Hidalgo, héroes de la Independencia de 1810, ya se han ofrecido 5.000 pesos (250 dólares).
Solidaridad
Las activistas tomaron el pasado jueves la sede de la CNDH para protestar contra los femicidios, las desapariciones y la violencia de género y denunciar el desinterés de Rosario Piedra Ibarra, titular del organismo, hacia las víctimas y sus familiares.
Una de sus primeras acciones fue borrar las siglas CNDH de la fachada del edificio, que está ubicado en el centro de la Ciudad de México, para colocarle el nuevo nombre: "Ocupa, Casa de Refugio Ni Una Menos México".
Mientras sostienen la toma y el plantón al frente del organismo, a través de las redes sociales están solicitando donativos para recibir a familias y a personas de todo el país que hayan padecido violencia de género, violación, feminicidios, desapariciones forzadas y violencia institucional, así como insumos para armar paquetes de despensas que se entregarán a huérfanos y a quienes las necesiten.
"No están solas", es el lema que escriben en botes de agua, medicamentos, elementos de limpieza o de aseo personal quienes responden a la convocatoria para ayudarlas en su lucha.
El Frente Nacional Ni Una Menos explicó en un comunicado que la protesta responde "a la actitud indolente e indiferente instituciones, organismos y autoridades, tanto federales como locales, sobre el incremento desatado de casos de violencia de género en nuestro país".
Citó en particular el caso de Marcela Alemán, madre de una menor de edad que fue víctima de violación en el estado de San Luis Potosí en el año 2017, un caso que sigue impune.
"Exigimos a la Comisión Nacional de Derechos Humanos y a las instancias correspondientes de los gobiernos Federal y de la Ciudad de México, el respeto irrestricto al derecho legítimo de protesta. Además les exigimos que se abstengan, bajo cualquier circunstancia, de intentar cualquier acto de desalojo y/o de represión en la toma de las instalaciones", advirtió.
Entre sus exigencias, destaca la urgencia para todas las instancias del Estado reconozcan la gravedad de la violencia de género y la violencia femicida, y que se abstengan de minimizar estos crímenes.