El representante permanente de Rusia en la ONU, Vasili Nebenzia, declaró este jueves que la negativa de Alemania de proporcionar datos sobre el presunto envenenamiento del opositor ruso Alexéi Navalny se interpretará como una falta de voluntad para "establecer la verdad" y una "provocación" contra Moscú.
Nebenzia recordó que Rusia no ha recibido ningunos datos por parte de Alemania que demuestren un intento de envenenar al opositor.
"Si la parte alemana no presenta estos datos, la parte rusa lo interpretará como una negativa del Gobierno alemán a establecer la verdad en el contexto de una investigación objetiva, y todas las acciones anteriores y actuales con respecto a Alexéi Navalny [serán consideradas] como una flagrante provocación hostil contra Rusia, lo que definitivamente socavará las relaciones entre Rusia y Alemania y las relaciones internacionales en general", aseveró el alto cargo durante una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU dedicada a las armas químicas en Siria.
"Si piden explicaciones, pongan los hechos sobre la mesa e intercambiaremos puntos de vista. ¿Por qué deberíamos creer acusaciones que no están respaldadas por pruebas, incluso si, como ustedes dicen, están fuera de toda duda?", agregó el diplomático.
"No nos hacíamos ilusiones de que ciertos países abordaran la situación de Alexéi Navalny, aunque no tenga nada que ver con el tema de discusión de hoy", aseveró Nebenzia. "Con respecto al caso de Navalny, somos la parte más interesada en saber qué le sucedió", subrayó.
Previamente, los representantes permanentes de EE.UU., el Reino Unido, Bélgica, Alemania y Estonia ante la ONU instaron a Rusia a llevar a cabo una investigación "completa y transparente" sobre el caso Navalny.
¿Por qué Berlín no comparte con Moscú sus datos sobre la condición de Navalny?
El 9 de septiembre, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso volvió a solicitar a Berlín que "proporcione de forma inmediata […] todos los datos médicos, incluidos biomateriales, resultados de exámenes y muestras de pruebas, con el fin de su estudio integral y verificación por parte de especialistas". Por su parte, durante la reunión de este miércoles en el Ministerio, el embajador alemán Géza Andreas von Geyr manifestó que el caso de Navalny "no es un tema en la agenda bilateral germano-rusa".
De momento, Moscú no ha recibido pruebas de la parte alemana que demuestren que Navalny fuera intoxicado con un agente nervioso de la familia Novichok: mientras que el Gobierno alemán afirma haber aprobado la petición rusa, el laboratorio militar, que dice haber detectado la sustancia tóxica, señala que no puede revelar los datos correspondientes por cuestiones de seguridad.
El Gobierno alemán decidirá si transferir los datos relacionadas con la hospitalización de Navalny solo después de consultarlo con la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), declaró este miércoles la portavoz adjunta del Gobierno, Martina Fitz. Por su parte, el representante del Ministerio de Defensa de Alemania, Arne Collatz-Johannsen, precisó que los resultados de dicha investigación ya habían sido transferidos a la OPAQ.
En este contexto, desde el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso señalaron que consultar con la OPAQ sin que los datos en cuestión sean transferidos a Moscú reemplaza la cooperación por una "campaña de información". Posteriormente la noche de este jueves, la misión permanente de Rusia ante la OPAQ, con referencia a la secretaría técnica del organismo, ha anunciado que ni el 9 ni el 10 de septiembre Alemania no ha transferido los materiales relacionados con Navalny a dicha organización.
Al mismo tiempo, el periódico Die Zeit informó este miércoles que el "Gobierno alemán ya no tiene dudas" de que detrás del presunto envenenamiento de Navalny está un "servicio especial ruso dirigido por el Kremlin" que utilizaría un nuevo tipo de agente químico nervioso del grupo Novichok más peligroso y mortal que las variantes previamente conocidas. Según el rotativo, Navalny tenía que morir en el avión, pero sobrevivió gracias a una "serie de circunstancias felices", como la decisión del piloto de aterrizar en Omsk y las acciones de los médicos rusos, que le inyectaron el antídoto atropina.
Las acusaciones del periódico alemán fueron rechazadas por uno de los creadores del Novichok, Leonid Rink. "Es una auténtica tontería. Por supuesto, conozco todas las variedades del Novichok. Pero la afirmación [de Die Zeit] no tiene nada que ver con el mecanismo de acción, con el hecho de que deberían aparecer síntomas. No los hay. [...] Olvídense del Novichok", aseveró.
Previamente, Moscú calificó de "inaceptables" y "absurdos" los intentos de vincular a Rusia y a su Gobierno con el envenenamiento de Navalny. Desde el Kremlin indicaron que Moscú no ha ocultado nada sobre la situación del opositor ruso desde el primer momento.