Este martes 15 de septiembre, el Gobierno de México realizará el sorteo correspondiente al avión presidencial, pese a no haber alcanzado la meta de ventas estimada por el mandatario, Andrés Manuel López Obrador, para obtener recursos que serán destinados al sector salud.
Hasta el lunes, el Gobierno informó que había vendido 4.179.000 boletos del sorteo, por un monto cercano a los 2.089 millones de pesos (unos 99 millones de dólares), lo que representa el 69,65 % del total de 'cachitos' impresos.
La Administración de López Obrador tiene previsto otorgar 100 premios de 20 millones de pesos (948.370 dólares) cada uno, que sumarían en conjunto 2.000 millones de pesos (94,8 millones de dólares).
En caso de que salga un 'cachito' ganador que no haya sido comprado por los ciudadanos, el dinero se destinará al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).
Hasta el lunes, faltaban por obtener 911 millones de pesos (43,2 millones de dólares) de los 1.000 millones de pesos (47,4 millones de dólares) que se contemplaban para el mantenimiento de la aeronave por parte de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) y para financiar insumos médicos en los hospitales más necesitados del país, un respiro en medio de la pandemia del coronavirus y de la crisis económica que enfrenta el país latinoamericano.
¿Cómo nació el sorteo?
El sorteo del avión presidencial es simbólico, aunque remite a una antigua promesa de campaña de López Obrador que se ajustó a su discurso de austeridad, marcando una amplia diferencia con sus antecesores.
Desde su juramentación el 1 de diciembre de 2018, el mandatario anunció que vendería el Boeing 787-8 Dreamliner, nombrado 'José María Morelos y Pavón', que fue adquirido por el exmandatario Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), en una oferta que rondó los 218,7 millones de dólares —cuando el dólar se cotizaba a 13,5 pesos—. López Obrador cumplió su promesa de no abordar el avión presidencial y comenzó a viajar en vuelos comerciales desde ese momento.
Sin embargo, la venta del lujoso avión presidencial no se ha concretado y el mantenimiento de la aeronave representa una importante carga para el Estado.
El avión José María Morelos y Pavón pasó 19 meses en el aeropuerto de Victorville, en el estado de California (EE.UU.), recibiendo mantenimiento, hasta su regreso al hangar presidencial de Ciudad de México para continuar con su proceso de venta.
En algún momento, López Obrador consideró el sorteo y la eventual entrega del avión presidencial a quien resultase ganador de la 'rifa', lo que motivó una ola de memes en la Red sobre lo que harían los mexicanos que ganasen la lujosa aeronave.
Sin embargo, el mandatario se arrepintió de entregar como premio el 'José María Morelos y Pavón', porque no querían "entregar un problema", según explicó.
Al final, el Gobierno mexicano se decidió por el sorteo del valor aproximado de la aeronave, mientras continúa la búsqueda de compradores para un "avión que no lo tiene ni Obama", según llegó a bromear el mandatario alguna vez.
Hasta el 22 de julio, la Administración de López Obrador reconocía que el mantenimiento de la aeronave había implicado un costo de 78,5 millones de pesos (3,7 millones de dólares), frente a los 408,4 millones de pesos (19,3 millones de dólares)gastados por el Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), que realizó 36 giras internacionales en el Boeing 787-8 Dreamliner.
En espera de un potencial comprador que llegue con una oferta de 130 millones de dólares, 100 mexicanos esperan tener la fortuna para sacarse la rifa más comentada en la historia nacional.