"El mundo no se encuentra en vías de alcanzar las metas pertinentes": La pandemia agrava el hambre que ya padecían 690 millones de personas

Un informe de la FAO reconoce que los objetivos de desarrollo sostenible previstos para 2030 se retrasará todavía más por el coronavirus.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) reveló que la pandemia de coronavirus agravó la insuficiencia alimentaria a nivel mundial, por lo que se prevé un aumento en el número de personas que ya padecían hambre antes de la emergencia sanitaria y que alcanzaba a 690 millones de ciudadanos.

Así lo establece el organismo en su más reciente informe, titulado 'Seguimiento de los progresos relativos a los indicadores de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados con la alimentación y la agricultura correspondientes a 2020', en el que recuerda que ya desde el año pasado se asumía que el mundo no alcanzaría la mayoría de las metas previstas para 2030.

"La situación no ha cambiado significativamente este año, que marca la cuenta atrás de 10 años hasta la fecha límite de la Agenda 2030. Según los últimos datos incluidos en el presente informe, recopilados antes de la pandemia de la enfermedad por coronavirus, los progresos siguen siendo insuficientes en el ámbito de la alimentación y la agricultura, y el mundo no se encuentra en vías de alcanzar las metas pertinentes", señaló.

Además, dijo, la crisis sanitaria, económica y social sin precedentes provocada por el covid-19 está amenazando vidas y medios de subsistencia, haciendo incluso más difícil el logro de estas metas.

"Las estimaciones de 2019 más recientes muestran que, antes de la pandemia, cerca de 690 millones de personas padecían hambre, es decir, el 8,9 % de la población mundial, lo cual supone un aumento de unos 10 millones de personas en un año y de unos 60 millones en cinco años", explicó.

A nivel mundial, agregó, la inseguridad alimentaria moderada o grave aumentó entre 2015 y 2019 y actualmente se estima que afecta a un 25,9 % de la población mundial, lo que implica alrededor de 2.000 millones de personas.

Esta situación arrastra un componente de género, ya que las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de padecer inseguridad alimentaria moderada o grave.

Precios, ganado, tierras, agua

Por otra parte, la productividad y los ingresos de los pequeños productores son sistemáticamente más bajos que los de los productores de alimentos a mayor escala. "Durante el último decenio, el gasto público en agricultura ha permanecido prácticamente igual en comparación con el porcentaje que representa la agricultura en el Producto Interno Bruto (PIB) mundial, situado en niveles notablemente más bajos a principios de los años 2000", precisó.

De acuerdo con el informe, el porcentaje de países con una volatilidad de los precios de los alimentos general elevada descendió en 2017-18, pero más de un cuarto siguieron viéndose afectados por esta inestabilidad.

Además, solo una parte (el 1,3 %) de las 7.600 razas de ganado que aproximadamente existen en el mundo cuenta con material suficiente almacenado para permitir su restauración en caso de extinción, lo cual resulta insuficiente dado que el 73 % del ganado local evaluado está en riesgo de desaparecer.

"A pesar del incremento notificado en las existencias mundiales de recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura (RFAA), de 4,21 millones en 2005 a 5,43 millones en 2019, los esfuerzos por garantizar la diversidad de cultivos siguen siendo insuficientes, especialmente en lo que respecta a las especies silvestres afines a las plantas cultivadas y a las especies de cultivos infrautilizadas", expresó.

Por otra parte, añadió, las desigualdades de género en los derechos sobre la tierra son generalizadas, ya que en nueve de cada 10 países evaluados el número de mujeres con derechos de propiedad o control sobre los terrenos agrícolas es relativamente inferior al número de hombres con este tipo de derechos.

"El grado de garantía de la igualdad de derechos de las mujeres sobre la tierra en los marcos jurídicos oscila entre muy bajo y medio en más del 60 % de los países evaluados", dijo.

Otra problemática permanente es el agua, ya que el estrés por falta de este líquido vital se mantiene en un valor seguro del 17 % a nivel mundial, pero existen regiones como Asia central y meridional y África septentrional que registran niveles muy elevados, por encima del 70 %.

Con respecto a los alimentos perdidos tras la cosecha en la explotación y en las etapas de transporte, almacenamiento y elaboración, la FAO estimó que se sitúa en un 13,8 % a nivel mundial, lo que representa pérdidas por 400.000 millones de dólares cada año.

Pesca y bosques

El documento reconoció que la mayoría de los países han realizado progresos generales considerables en la aplicación de instrumentos internacionales para combatir la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada y respaldar la pesca artesanal.

Sin embargo, agregó, la proporción de poblaciones de peces que se encuentran dentro de los límites de la sostenibilidad biológica ha seguido disminuyendo, pasando del 90 % registrado en 1974 al 68,8 % en 2017, es decir, 1,1 % menos que en 2015.

La superficie forestal mundial también sigue disminuyendo, aunque a un ritmo ligeramente más lento que el registrado en decenios anteriores, ya que pasó del 31,9 % de la superficie total en el año 2000, al 31,2 % en 2020, lo que representa una pérdida neta de casi 100 millones de hectáreas de bosques a nivel mundial.

"A pesar de la pérdida general de bosques, el mundo ha realizado algunos progresos en relación con la gestión forestal sostenible. La biomasa forestal por encima del suelo por hectárea, la proporción de superficie forestal en áreas protegidas y sometida a planes de gestión a largo plazo, así como la superficie forestal certificada aumentaron o permanecieron estables a nivel mundial y en la mayoría de las regiones del mundo", afirmó.

Una de los nuevos problemas generados por la pandemia, aseguró, es que ha alterado actividades como los censos agropecuarios nacionales que resultan esenciales tanto para determinar necesidades inmediatas como para incitar a los agricultores de todo el mundo a aplicar prácticas sostenibles.

"Estos censos se han retrasado, aplazado o suspendido en más de la mitad de los 150 países encuestados. Aproximadamente, uno de cada cuatro países afirma que la Covid-19 ha provocado perturbaciones en sus organismos estadísticos nacionales, y que 'casi todas' las actividades de recopilación de datos se han visto afectadas negativamente, complicando en gran medida la labor de la FAO", lamentó.

Cecilia González