Indígenas de la comunidad Misak derribaron este miércoles una estatua ecuestre del conquistador español Sebastián de Belalcázar situada en el municipio de Popayán, en el departamento colombiano del Cauca, al suroeste del país.
Los responsables del derribo pretendían "reivindicar la memoria de ancestros asesinados y esclavizados por las élites", según explicó en un tuit la presidenta del Movimiento Alternativo Indígena y Social (Mais), Martha Peralta.
La activista compartió también un video del momento del derribo:
En otro tuit, Peralta definió a Belalcázar como "un genocida que masacró a los pueblos que conquistó", y a la escultura que le rendía homenaje como "un símbolo de 500 años de esclavitud" sufridos por las comunidades indígenas.
Juicio y condena
El derribo de esta estatua es también el cumplimiento simbólico de la sentencia que recibió el conquistador en un reciente juicio al que le sometió la comunidad Misak.
Belalcázar fue declarado culpable de "genocidio, despojo y acaparamiento de tierras", así como de la "desaparición física y cultural de los pueblos" afectados por sus campañas de conquista.
"Que el clero y la política criolla heredera del legado genocida, sepan que nunca nos han vencido y estamos aquí", puede leerse en el documento del juicio.
Las denuncias de la comunidad indígena contra Belalcázar se basan en "crónicas, relatos historiográficos, reconstrucciones, expedientes de archivo muerto y archivo clasificado del archivo central del Cauca", entre otras fuentes que incluyen textos académicos y hasta "historias fidedignas de la tradición oral" conservadas a lo largo de varias generaciones del pueblo Misak.
Una figura controvertida
Sebastián de Belalcázar nació en 1480 en el territorio que corresponde a la provincia española de Córdoba. En 1534 conquistó la ciudad de Quito tras vencer violentamente a la resistencia indígena.
También extendió sus campañas de conquista a la región de Pasto y a los valles del Cauca y Magdalena, tomando las ciudades de Santiago de Guayaquil, Ampudia, Popayán, Ansema Guacayo, Neiva y Santiago de Cali.
Su estatua ecuestre derribada este miércoles fue realizada por el artista español Victorio Macho, y erigida en 1937 en el Morro de Tulcán, el principal sitio arqueológico de la localidad de Popayán.