Una cámara oculta colocada en el interior de un matadero en la provincia española de Toledo ha revelado graves prácticas de maltrato animal por parte de los trabajadores. Las imágenes obtenidas muestran como los matarifes propinan golpes con varas y patadas a los animales, les tiran paladas de tierra o los lanzan por los aires.
Equalia, la organización animalista responsable de la grabación, ha denunciado a la empresa gestora del matadero "por graves irregularidades de bienestar animal, seguridad alimentaria y déficit de higiene en las instalaciones".
El video, difundido en Youtube, demuestra no solo un ejercicio de la violencia tan innecesario como aparentemente normalizado en el ámbito de la industria cárnica española, sino prácticas gravemente insalubres: en las imágenes se aprecia, por ejemplo, como uno de los operarios orina repetidas veces en la zona de corrales donde se aloja a los animales.
ADVERTENCIA: Las siguientes imágenes pueden herir su sensibilidad
Los autores del video denuncian también que algunos de los animales son forzados a caminar hacia la línea de matanza a pesar de estar visiblemente enfermos, y destacan que los trabajadores del matadero introducen en su recinto a "un grupo de más de medio centenar de corderos sin identificar", con lo que corren "el riesgo de perder la trazabilidad" de las reses, que a su vez conlleva la "imposibilidad de garantizar la procedencia del animal".
Equalia lleva casi dos años reclamando a las autoridades españolas que se instalen cámaras de videovigilancia en todos los mataderos del país, como ya se hace en Israel o Inglaterra, para evitar que se produzcan casos como el que acaban de denunciar.
En ese periodo de tiempo han destapado varios casos de maltrato animal en mataderos españoles, a través del mismo sistema de cámaras ocultas.
Además, su lucha legislativa en este terreno comienza a dar frutos: "Tras menos de dos años de campaña se ha conseguido que un borrador de Real Decreto esté siendo trabajado desde el Ministerio de Consumo", aseguran en su página web.