El artista callejero Banksy ha perdido este jueves una batalla legal por una de sus obras más famosas por no querer revelar su identidad. Se trata del grafiti pintado en un muro en Jerusalén en 2005 que representa a un manifestante que lanza un ramo de flores, y que la empresa británica Full Colour Black ha usado durante años.
Ahora la compañía ha ganado un litigio al artista ante la Oficina de la Propiedad Intelectual de la Unión Europea. Los Jueces dictaminaron que es difícil que Banksy se haga con los derechos de autor mientras mantenga su anonimato. En la decisión influyó la decisión de Banksy de pintar las propiedades públicas, así como el desinterés mostrado anteriormente a la hora de asegurar sus derechos. En particular, Banksy afirmó en su día que "los derechos de autor son para los fracasados".
En 2014, Banksy solicitó con éxito una marca comercial de la UE para su trabajo, que, sin embargo, fue cuestionada por Full Color Black, que argumentó que el artista no deseaba utilizarla con fines comerciales o de marca.
En octubre del 2019 Banksy abrió una tienda para vender versiones de sus obras "con el único propósito de cumplir con las categorías de marca".
El abogado de Full Colour Black, Aaron Wood, de la compañía Blaser Mills, afirmó este jueves que la decisión de los jueces es "devastadora" para Banksy. En particular, Wood dijo que el artista "necesitará considerar si alguna de las marcas registradas de sus obras de arte es realmente válida".