Arrestan a 2 hombres vinculados al Estado Islámico por planear atentados "dignos de Netflix" en la Torre Trump y la Bolsa de Nueva York

El FBI arrestó este lunes a dos estadounidenses acusados de haber planeado una serie de atentados terroristas "dignos de Netflix" contra varios objetivos de alto perfil, como el rascacielos la Torre Trump y la Bolsa de Nueva York, con el objetivo de lograr respeto en el Estado Islámico (EI).

Kristopher Sean Matthews, también conocido como 'Ali Jibreel', fue detenido en el estado de Tennessee, mientras su presunto cómplice, Jaylyn Christopher Molina, alias 'Abdur Rahim', fue capturado en Texas, informa New York Post.

Según una declaración jurada presentada en el Tribunal de Distrito de EE.UU. para el Distrito Oeste de Texas, los hombres conspiraron para prestar asistencia material al Estado Islámico y planearon reclutar y radicalizar a otras personas para que se unan al grupo terrorista. 

Las autoridades afirmaron que interceptaron las conversaciones entre los acusados en un chat, donde prometieron lealtad al EI, discutieron los lugares para los ataques y, además, planearon su viaje a Siria para luchar junto a los terroristas.

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Matthews supuestamente aconsejó no atacar lugares como "centros comerciales donde hay niños inocentes", e instó golpear sitios como la Torre Trump y la Bolsa de Nueva York o los edificios gubernamentales, entre ellos la Casa Blanca y las sedes de la CIA, el FBI y la DEA.

"Atacaría lugares como ese para enviar un mensaje", escribió probablemente el sospechoso en el chat y agregó: "En mi opinión, si realmente quiere causar algún daño y hacer una declaración, tendría un equipo de 3 o 4 hombres y todos se dispersarían golpeando diferentes lados y luego una explosión los engulliría". 

Matthews también afirmó que, si "la misión se cumpliera", ellos conseguirían "el estatus de estrellas de rock", indican los documentos judiciales. "Esto podría ser digno de Netflix", añadió.

Por su parte, Molina subrayó que EE.UU. es su "enemigo" y publicó varias fotos de un ciudadano estadounidense asesinado por miembros del EI, según la denuncia penal. 

Si les declaran culpables, se enfrentarán a una pena de hasta 20 años de prisión, una multa de 250.000 dólares y permanecerán en libertad condicional supervisada de por vida.