Un estadounidense perdió su trabajo en las dos empresas donde trabajaba porque las heridas que sufrió intentando proteger a sus hijos durante un tiroteo le impiden realizar las labores que desempeñaba en ambas. Anthony Jefferson, el trabajador despedido, se encontraba en un concesionario de automóviles de la ciudad de Nueva York con sus tres hijos pequeños cuando tuvo lugar el ataque, informa el New York Post.
Durante los hechos ocurridos el pasado 21 de septiembre, al menos tres asaltantes realizaron un total de 14 disparos en contra del establecimiento, ante lo cual Jefferson no dudó en saltar sobre sus hijos para protegerlos de las balas.
Como resultado de la balacera, el padre recibió tres disparos, dos en las botas y uno en el muslo derecho. A pesar de que la herida no puso en riesgo su vida, le impide desempeñar sus funciones como pintor en una empresa de mantenimiento y como constructor en otra compañía, motivo por el cual ha sido despedido de ambas, aseguró la esposa de la víctima.
"Debido a su lesión, Anthony perdió su trabajo y tiene que someterse a una cirugía para extraerle la bala" que continúa alojada en su pierna, escribió Serena Wingate, una amiga cercana a Jefferson, quien ha comenzado a recaudar fondos a través de GoFundMe para ayudar al "heroico padre con sus facturas médicas y a sus hijos con la terapia. Están más que traumatizados".
Hasta el momento, la colecta de fondos iniciada el 24 de septiembre ha recibido más de 7.200 donaciones por un total de 256.516 dólares, superando ampliamente el objetivo inicial de recaudar 24.100 dólares.