El Supremo inhabilita a Quim Torra como presidente de Cataluña por desobediencia

Será sustituido temporalmente por el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonés, del otro partido en el Gobierno catalán, ERC.

El Tribunal Supremo de España ha confirmado la sentencia al presidente de la Generalitat, Quim Torra, que le condena por el delito de desobediencia a un año y medio de inhabilitación y a abonar 30.000 euros de multa. Como consecuencia, Torra deberá abandonar el cargo de presidente y será sustituido temporalmente por el actual vicepresidente, Pere Aragonés, miembro del otro partido que compone el Gobierno catalán, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).

Durante las últimas semanas Torra había anunciado que no tenía intención de convocar elecciones anticipadas antes de que se conociese la resolución del Tribunal Supremo. Una vez que la sentencia se ejecute ya no tendrá esa posibilidad, para ello faltan dos o tres días, debido a que es necesario que la Justicia comunique formalmente la decisión al Parlamento catalán. Después, su sustituto, Aragonés, ya no tendrá potestad para convocar comicios anticipadamente.

Si Torra finalmente deja el cargo sin convocar nueva cita con las urnas, a partir de ese momento, el presidente del Parlamento regional catalán deberá, tras una ronda de consultas con los representantes de los partidos, proponer un nuevo candidato para la Presidencia que deberá tener el respaldo de la mayoría de la Cámara (absoluta en primera votación y simple en segunda).

Símbolos independentistas

El presidente catalán fue condenado el pasado 19 de diciembre por haber desobedecido los requerimientos de la Junta Electoral Central (JEC), al no haber retirado una pancarta con simbología independentista de la fachada de la sede de su Gobierno durante la campaña para las elecciones generales del 28 de abril de 2019.

La presencia de símbolos o proclamas partidistas en edificios públicos está prohibida por la actual ley electoral y, además, la JEC argumentó que esas pancartas solo representaban las aspiraciones de "parte de la sociedad catalana, pero no de toda ella", y que incumplían por ello el principio de neutralidad que se le exige a una institución pública.

Así, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña condenó a Quim Torra a un año y medio de inhabilitación, sentencia que fue recurrida por el político ante el Tribunal Supremo, que es quien ahora ha decidido ratificarla.

Primeras reacciones

Desde el Partido Socialista (PSOE), en el Gobierno de España, han mostrado el respeto a "las decisiones judiciales", subrayando que "nadie está por encima de la ley". Su presidenta, Cristina Narbona, ha confiado en que Torra convoque elecciones "más pronto que tarde" y que "no prolongue una situación precaria que solo agrava la situación". 

Pablo Casado, el presidente del Partido Popular (PP), principal partido de la oposición en España, se ha felicitado por esta sentencia que ha tenido lugar "gracias a la denuncia del PP ante la Junta Electoral Central", según ha manifestado en Twitter, y ha pedido la convocatoria de elecciones "de inmediato".

Desde el independentismo catalán, por su parte, han calificado la sentencia de "ataque a la democracia". La portavoz del partido de Torra (JxCat), Elsa Artadi, ha pedido a las filas de la formación que asuman la sentencia como un "punto de inflexión" para recuperar la unidad y que en las próximas elecciones puedan "superar el 50 %" de los votos. 

Además, la secretaria general de ERC, Marta Rovira, ha sostenido que "la causa general contra el independentismo sigue inexorablemente" y ha reclamado ante ello "más política, más unidad y más firmeza".

En opinión del magistrado Ignacio González Vega, se ha llegado a la situación actual porque el presidente de la Generalitat "hizo caso omiso" de las advertencias del Tribunal Supremo. "Las reglas del juego son así", ha comentado a RT.