Las autoridades de la provincia de Yunnan, ubicada al suroeste de China, confirmaron este fin de semana un nuevo caso de peste bubónica, lo que ha obligado a activar una respuesta de emergencia para evitar que la enfermedad se propague, informan medios locales.
Se trata de un niño de tres años del condado de Menghai, que enfermó el jueves pasado, y el domingo por la noche los especialistas del Centro de Yunnan para el Control y la Prevención de Enfermedades determinaron que se había infectado con la peste bubónica.
Debido a que el menor había tomado antibióticos, en las pruebas iniciales no se encontraron bacilos de la peste. Fue un examen posterior de anticuerpos relacionados con la enfermedad lo que confirmó las sospechas.
El Gobierno local puso en marcha una respuesta de emergencia nivel IV para prevenir la propagación del patógeno. El caso se produce después que el organismo de control de enfermedades informara que tres ratas fueron halladas muertas por razones desconocidas el pasado 21 de septiembre en una aldea del condado.
Según los informes, los síntomas que sufrió el niño fueron leves y su condición es estable. Aunque de momento no se han identificado otros casos en la localidad, las autoridades realizan un seguimiento epidemiológico, además de una campaña de prevención y tratamiento.
En el mes de agosto, en la región china de Mongolia Interior, cerca de la frontera con Mongolia, se registraron dos muertes causadas por la peste, lo que ha aumentado los temores de propagación de la enfermedad en otras regiones de Asia.
Además, otro caso de peste bubónica, de una mujer que comió carne de marmota, fue confirmado este fin de semana en la provincia de Hovd (Mongolia). La infectada fue internada en un hospital local, mientras que 19 personas que estuvieron en contacto con ella fueron puestas en cuarentena.