Algunas mujeres marcharon o publicaron desplegados en los diarios. Otras se plantaron frente a los parlamentos de diversos países, juntaron firmas para exigir respuestas a los gobiernos y organizaron "pañuelazos" reales o virtuales. Y todas se movilizaron en las redes sociales para promover el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo.
El activismo se hizo patente este lunes al conmemorarse el Día de la Lucha por la Despenalización y Legalización del aborto en América Latina y el Caribe, una fecha que se estableció como jornada política hace ya tres décadas, lapso en el que solo Uruguay ha legalizado a nivel nacional el aborto sin restricciones, tan solo por decisión de la mujer, dentro de las 12 primeras semanas de gestación, o a las 14, si fue producto de una violación.
La Ciudad de México y el estado de Oaxaca son las dos entidades mexicanas en donde también se logró avanzar para que las mujeres puedan interrumpir sus embarazos si así lo desean, pero las legislaciones locales se contradicen con muchos otros estados del país, en donde se reformaron constituciones para estipular el concepto religioso de "la defensa de la vida desde la concepción", lo que frena por completo cualquier intento por legalizar.
Además, el presidente Andrés Andrés Manuel López Obrador se niega a promover la despenalización y legalización del aborto a nivel nacional, al considerar que es un tema que genera mucho debate social.
En 1965, Cuba se convirtió en el país pionero de la región en legalizar el aborto. Pero en el resto este derecho sigue postergado. Los casos más extremos son Honduras, El Salvador, Haití y República Dominicana, en donde está prohibido por completo, sin excepciones, lo que deriva en la permanente criminalización de mujeres que terminan presas y condenadas, muchas veces aunque hayan sufrido abortos espontáneos.
En estos 20 años de lucha, se lograron algunos avances, como la despenalización por causales en países como Chile o Colombia, que en general se refieren a la posibilidad de interrumpir el embarazo si la vida de la mujer o del feto están en peligro, si es producto de una violación o por factores socioeconómicos.
Los colectivos feministas consideran que estas legislaciones siguen siendo insuficientes. Por eso, la demanda permanente, y que este lunes se unió en un coro masivo que atravesó el Continente, es legalizar el aborto sin restricciones para que las mujeres dejen de morir en intervenciones clandestinas.
Movilizaciones
En 1990, durante el Quinto Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe que se realizó en Argentina, las activistas eligieron el 28 de septiembre como fecha para conmemorar una jornada de lucha que, desde entonces, se ha realizado de manera ininterrumpida y que cada vez es más masiva debido al auge de los movimientos de mujeres.
Gracias a esa construcción colectiva, de México a Argentina, de Brasil a Chile, de Centroamérica al Caribe, las feministas se movilizaron este lunes para recordar que, además de provocar la muerte de miles de mujeres, la falta del derecho al aborto implica que niñas y adolescentes sean forzadas a ser madres.
Alberto Fernández, el presidente de Argentina, es el único jefe de Estado latinoamericano que se ha manifestado abiertamente a favor de la legalización del aborto, e incluso es una de sus principales promesas de gobierno. Sin embargo, en los últimos meses postergó el envío de una iniciativa de ley al Congreso debido a la pandemia de coronavirus
En respuesta, la víspera más de 500 personalidades publicaron un desplegado para advertir la urgencia de aprobar la legalización del aborto.
"Instamos al gobierno y a legisladoras y legisladores de todas las fuerzas políticas a acordar la aprobación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo de manera urgente", señaló la carta, que recordó que en este país se realizan aproximadamente 54 abortos por hora.
"Según las últimas estadísticas oficiales, 39.025 mujeres y niñas ingresaron en hospitales por complicaciones de salud relacionadas con abortos en un solo año. El 16 % tenía entre 10 y 19 años, y esta es apenas una fracción del total de personas gestantes afectadas. El aborto inseguro deja muertes y secuelas a corto y a largo plazo. Necesitamos que el Estado cuide la salud de mujeres, niñas y adolescentes de la Argentina", agregó.
También consideró fundamental que en este tema se dejen de lado las disputas políticas y se priorice el cuidado de la salud de las mujeres. "Necesitamos de legisladoras y legisladores un acuerdo que nos permita tener una ley para que no mueran más mujeres, ni pongan en riesgo su salud, por causas evitables. El aborto legal, seguro y gratuito es una urgencia", afirmaron.
La primera firma del desplegado, que este lunes ya superaba los 2.500 nombres, es la de Belén, una joven que fue condenada por tener un aborto espontáneo y que logró su liberación en 2017, gracias al activismo feminista que demostró la injusticia a la que estaba siendo sometida.