Rusia sigue apostando por el diálogo para resolver los problemas en la península de Corea, incluida la cuestión de la desnuclearización de Pionyang o la de la normalización de las relaciones de Corea del Norte con Seúl y con Washington, si bien "es importante pasar de las palabras a las acciones", recalcó el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, en una entrevista con Yonhap.
En ese sentido, Lavrov recordó que la declaración conjunta de Donald Trump y Kim Jong-un en Singapur, así como las palabras del presidente surcoreano y de su homólogo norcoreano en Panmunjom y en Pionyang, no se concretaron en hechos. "Cuando llegó la hora de implementar sus disposiciones, resultó que las partes no estaban preparadas para ello", comentó.
"Sonaron exigencias de 'dar el primer paso' o de hacer concesiones adicionales, solicitudes sobre aplazar la aplicación de los artículos 'aún no factibles' por una u otra razón. Es bastante natural que esto causara una cierta pérdida de interés hacia contactos posteriores", valoró el canciller ruso. En cualquier caso, Lavrov considera que la situación en torno a la península de Corea sigue "relativamente estable" y opinó que los problemas de la zona solo podrán resolverse con el esfuerzo de todos los países involucrados, siempre que "se respeten los intereses legítimos" de cada parte.
En lo que concierne a las relaciones bilaterales con Corea del Sur, Lavrov valoró la calidad del diálogo político de alto nivel que mantienen Moscú y Seúl, y recordó la visita que el presidente surcoreano, Moon Jae-in, hizo a Rusia en junio de 2018. Asimismo, señaló que, en medida en que la situación epidemiológica se vaya normalizando, Moscú empezará a abordar cuestiones relacionadas con la posible visita del presidente ruso, Vladímir Putin, al país asiático.
Entre los principales socios comerciales de Rusia
El jefe de la diplomacia rusa subrayó que "Corea del Sur está entre los principales socios comerciales y económicos de Rusia", con un volumen del comercio bilateral estimado en unos 25.000 millones de dólares. También recordó que se desarrollan de manera intensa los lazos culturales y humanitarios y se fortalece el turismo,como lo demuestra el hecho de que el año pasado más de 270.000 rusos visitaran Corea del Sur, mientras que unos 430.000 surcoreanos llegaron a Rusia.
La tendencia ascendente del flujo turístico entre las dos naciones fue posible, entre otras cosas, a un acuerdo suscrito en 2014 sobre la abolición mutua de los requisitos de visado, explicó Lavrov, que lamentó la cancelación a causa de la pandemia de una serie de eventos que estaban previstos con motivo del 30.º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Moscú y Seúl y que —según dijo— espera que puedan celebrarse en 2021.
Sin embargo, pese a las relaciones "de buena vecindad", en los últimos diez años no se ha aprovechado todo el potencial, se lamentó el jefe de la diplomacia rusa. A modo de ejemplo, mencionó la fuga de capitales surcoreanos de Rusia, donde actualmente solo se realizan en el Lejano Oriente "siete proyectos por valor de 2.400 millones de rublos [unos 30,5 millones de dólares]" con fondos de inversores de Corea del Sur.
Lavrov recordó que en Siberia y el Lejano Oriente ruso se encuentra en vigor el trato preferencial para los inversores: "en los territorios de desarrollo avanzado y puerto libre de Vladivostok se les ofrecen a los inversores extranjeros, incluidos los surcoreanos, algunas de las mejores condiciones de la región Asia-Pacífico en ámbitos como la medicina, la infraestructura portuaria, la reparación de buques, el turismo y el sector agrícola".
Además, sugirió que Moscú y Seúl también podrían cooperar con Pionyang para integrar los ferrocarriles coreanos con el Transiberiano y organizar el tránsito de gas y energía eléctrica a Corea del Sur a través de Corea del Norte, algo que beneficiaría a los intereses económicos de los tres países y ayudaría a "fortalecer la paz y seguridad en la península de Corea". El primer paso en esta dirección podría ser la organización del tránsito a Corea del Sur de carbón a través del puerto norcoreano de Rason, que está exento de las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU, indicó Lavrov.