Una caravana de unos 2.000 migrantes que salió de la ciudad de San Pedro Sula, en el departamento de Cortés (fronterizo con Guatemala), arribó la noche del miércoles al país vecino, desde donde seguirá su rumbo hacia EE.UU.
Aunque la convocatoria para esta nueva caravana se hizo en redes sociales para el 4 de octubre, centenares de migrantes decidieron adelantarse y comenzaron su camino hacia Guatemala, —que abrió sus fronteras a mediados de septiembre—, ante la profundización de la crisis económica en Honduras, que podría ser uno de los países más afectados por el coronavirus en Centroamérica, según los expertos.
Una de las mujeres hondureñas que fue entrevistada mientras caminaba con destino al país vecino afirmó que se iba porque no tiene empleo. "Tengo seis niños, tenía siete pero lamentablemente me falta una (...) todo lo que es la pobreza, ahí vamos todos, sin empleo, sin nada".
Se prevé que este año 350.000 personas se queden sin trabajo en Honduras, por lo que la tasa de desempleo sufriría un incremento de 3,8 % y se ubicaría en 9,5 % (en 2019 esta cifra fue de 5,7 %), según el Observatorio del Mercado Laboral de la Secretario de Trabajo y Seguridad Social.
Desplazamiento norte-sur
A pesar de que los hondureños forman parte del Convenio centroamericano de libre movilidad, al igual que los ciudadanos salvadoreños, guatemaltecos y nicaragüenses, el Gobierno de Guatemala dijo que solo permitirá la entrada a su país a quienes presenten una prueba PCR, hecha con por lo menos 72 horas de antelación y cuyo resultado solo estará vigente por dos semanas.
Por su parte, la Embajada estadounidense en Honduras advirtió en su cuenta de Twitter que "ahora más que nunca, es más difícil cruzar la frontera de Estados Unidos de manera ilegal. El viaje se ha hecho aún más peligroso".
En esa misma línea, el embajador de Honduras en territorio mexicano, Gerardo Simón, manifestó que las repatriaciones de hondureños de EE.UU a México se han incrementado 50 % durante la cuarentena debido a que la situación laboral informal para los migrantes se ha complicado en esos dos países, cuyas economías sufren los embates del coronavirus.
El funcionario también alertó sobre la complicada situación en medio de la emergencia sanitaria por el covid-19 y el peligro de que los migrantes puedan contagiarse durante su desplazamiento. "Hay que tener un poco de conciencia. No estamos en tiempos normales", recoge Hondudiario.
"Estas caravanas que están viniendo para el norte, deberían pensar que enfermarse en un país extraño para ellos va a ser mortal; aquí tienen prioridad para los ciudadanos locales, no los migrantes que vienen sin documentación", agregó el funcionario.
Simón informó que el desplazamiento se ha invertido de norte a sur y que diariamente las autoridades estadounidenses devuelven a México a unos 250 hondureños.
Durante la pandemia, México ha deportado a 16.875 centroamericanos, de los cuales 54 % son hondureños, lo que corresponde a 9.129 personas que regresaron a ese país en 67 vuelos que aterrizaron en San Pedro Sula y Tegucigalpa.