El Gobierno de Argentina anuncia una rebaja de impuestos a las exportaciones de soja
El ministro de Economía de Argentina, Martín Guzmán, anunció este jueves un paquete de medidas ligadas al sector productivo, entre las cuales se destaca una reducción de las retenciones a las exportaciones de soja.
Según detalló el funcionario, la rebaja de las retenciones a la soja será de 3 puntos y se mantendrá en vigencia por 90 días, pasando del 33 % actual al 30 %.
Además, la Casa Rosada creará un programa de compensación y estímulo de pequeños y medianos productores de ese grano de todo el país, que implica una inversión pública de hasta 11.550 millones de pesos (unos 150 millones de dólares). También habrá beneficios impositivos para la industria, la construcción, la minería y otros sectores exportadores.
Con estas disposiciones, el Gobierno buscará generar dólares para las arcas del Banco Central (BCRA), reactivando el circuito de divisas que deriva de la venta al exterior de materias primas e insumos.
Se sabe que, debido a los niveles de inflación e incertidumbre respecto al valor del dólar en el país, son muchos los productores sojeros que mantienen a resguardo sus cosechas, a la espera de una liquidación mejor si, tal como sospechan, se produce una nueva devaluación del peso argentino.
Alrededor de 18 millones de toneladas de granos, provenientes de la cosecha 2019/20, fueron acumuladas en silobolsas hasta la fecha. Se trata de un 37 % de la producción total, de casi 50 millones de toneladas.
Es que, por cada dólar que debería recibir el productor sojero por sus exportaciones, adquiere 53 pesos, debido a impuestos vigentes en Argentina, mientras que el valor del dólar ilegal ronda los 147 pesos.
En diciembre, cuando el Congreso aprobó la Ley de Emergencia Económica propuesta por Alfredo Fernández, apenas asumió como presidente, este impuesto aumentó del 25 % al 30 %, en tanto que para el trigo y el maíz pasó del 6,7 % al 12 %.
La relación entre el sector agroexportador y el Gobierno de Argentina se tensionó en el mes de febrero, cuando la Casa Rosada anunció un aumento en las retenciones a la exportación de este producto, decisión que reflotó el fantasma de la grave crisis que estalló en 2008.
En aquella oportunidad, bajo la Presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, el sector realizó una serie de protestas oponiéndose a una suba del impuesto, lo que ocasionó un conflicto político que erosionó la imagen del Gobierno. Finalmente, el proyecto fue desestimado por la Casa Rosada.