El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha sido el mayor impulsor mundial de desinformación sobre el covid-19 durante la pandemia, revela un estudio de la prestigiosa Universidad de Cornell (Ithaca, Nueva York), publicado este jueves, que evaluó 38 millones de artículos publicados por medios tradicionales en inglés en todo el mundo entre el 1 de enero y el 26 de mayo de este año.
Un equipo del grupo Alliance for Science, de Cornell, identificó más de 1,1 millones de artículos que mencionaban información errónea sobre el covid-19. En particular, detectaron 522.472 publicaciones que reproducían o amplificaban desinformación relacionada con la pandemia, y que se pueden dividir en 11 subtemas principales.
Desde teorías de conspiración hasta ataques a Fauci
El tema más popular fue, de largo, lo que los autores del estudio denominaron 'curas milagrosas', que aparecen en 295.351 artículos, más que los otros 10 temas juntos.
En ese campo, el estudio descubrió que los comentarios del presidente estadounidense generaron picos importantes en la desinformación sobre el tema, encabezados por su reflexión del 24 de abril sobre la posibilidad de ingerir desinfectantes para curar el coronavirus. Picos similares se observaron cuando Trump promovió tratamientos no probados, como la hidroxicloroquina, o aseveró que estaba usando ese medicamento en un intento de evitar el virus.
"Concluimos, por lo tanto, que el presidente de EE.UU. fue probablemente el mayor impulsor de la 'infodemia' de desinformación sobre el covid-19", sostienen los autores del estudio, financiado en parte por la Fundación Bill y Melinda Gates.
El segundo tema de desinformación más frecuente fue que la pandemia se creó para promover un 'nuevo orden mundial', seguido de la afirmación de que fue un engaño para beneficio político del Partido Demócrata de EE.UU. y, después, de las conspiraciones que alegan que el virus es un arma biológica lanzada por un laboratorio de Wuhan.
Otras categorías incluyen las teorías de conspiración que vinculan la pandemia con Bill Gates, la afirmación de que los síntomas del covid-19 son causados por redes telefónicas 5G, las teorías antisemitas o la idea de que el virus es una forma de control de la población, además de los ataques contra el principal epidemiólogo de EE.UU., Anthony Fauci, así como las referencias al polémico video 'Plandemic' (que denuncia un presunto complot por parte de élites internacionales) y las acusaciones contra los chinos por consumir sopa de murciélago.
Desinformación vinculada "a un pequeño número de individuos"
Sara Evanega, que encabezó el estudio y es directora de Alliance for Science, advierte que si las personas "son engañadas por afirmaciones no científicas y sin fundamento sobre la enfermedad, es menos probable que sigan las directrices oficiales y, por lo tanto, corran el riesgo de propagar el virus".
Por su parte, Jordan Adams, coautor del estudio, destaca "la asombrosa cantidad de cobertura de desinformación directamente vinculada a los comentarios públicos de un pequeño número de individuos".
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