A Venezuela ha llegado este viernes el primer cargamento de la vacuna rusa contra el nuevo coronavirus Sputnik V, que actualmente está en la fase 3 de ensayos clínicos, que contarán con la participación de 40.000 personas.
"Es un acontecimiento que no dudamos en catalogar como histórico para nuestra patria [...] No puedo ocultar la emoción que nos embarga de que sea Venezuela el primer país del hemisferio occidental en participar de la fase 3 de los ensayos clínicos de esta vacuna", manifestó la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, al recibir el cargamento, en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía.
La funcionaria señaló que, además de formar parte de los ensayos, Venezuela participará en la "producción de la vacuna" para suministrarla a sus ciudadanos.
Rodríguez mencionó que "esta cooperación para la vacuna Sputnik V fue el resultado de los contactos permanente que existen entre Rusia y Venezuela".
Añadió que durante el combate a la pandemia, Moscú ha contribuido ampliamente con Caracas. "Hemos recibido toneladas de medicamentos, de pruebas moleculares PCR para la detección del covid-19 y hoy alcanza un máximo nivel con la llegada de este primer lote de vacunas", precisó.
El ministro de Salud de Venezuela, Carlos Alvarado, por su parte, informó que las pruebas de esta vacuna comenzarán en la capital venezolana, Caracas, este mismo mes, para luego extenderse al resto del país.
Detalló que en los ensayos en el país sudamericano serán incluidas 2.000 personas. "Ya están completamente disponibles nuestros centros de investigación para el seguimiento y acompañamiento de esta fase", añadió.
Alvarado indicó que luego de estos ensayos, van a concretar el fortalecimiento de la planta de vacunas en Caracas para llevar a cabo, en primer lugar, "el envasado de la vacuna en Venezuela" y, luego, "la producción concreta de la vacuna Sputnik V" en territorio venezolano.
En el recibimiento de este lote, también se encontraban el canciller venezolano, Jorge Arreaza; y el encargado de Negocios de Rusia en Venezuela, Alexey Seredin.
"Consideramos que esta cooperación que se realiza entre nuestras instituciones de salud es un fiel reflejo de la cooperación estratégica entre nuestros países y vamos a estrechar aún más nuestros lazos de amistad", enfatizó Seredin.
Las autoridades rusas ya habían destacado el interés de más de 40 países sobre la vacuna y se acordó el suministro de decenas de millones de dosis a diversos países de América Latina.
Sputnik V
La vacuna Sputnik V pasó los ensayos clínicos entre los meses de junio y julio, y fue registrada en Rusia el 11 de agosto. El registro temprano permitió suministrarla a personas de los grupos de alto riesgo en medio de la pandemia, y el 25 de agosto se supo que las autoridades sanitarias dieron luz verde para realizar las pruebas posteriores al registro de Sputnik V y pasar a la fase 3 de los ensayos, con 40.000 participantes.
La vacuna utiliza la tecnología de adenovirus humano de dos vectores. Estos últimos son virus diseñados, incapaces de reproducirse, que transportan material genético de la espiga del coronavirus. La tecnología emplea dos vectores adenovirales humanos diferentes, Ad26 y Ad5, para una primera y una segunda inyección, y ayuda a superar la inmunidad preexistente a los adenovirus.
De acuerdo con el subdirector del departamento científico del centro Gamaleya, Denís Logunov, durante los ensayos "no se reportaron efectos secundarios graves", y "el 100 % de los voluntarios desarrollaron anticuerpos neutralizantes del virus".
Los resultados de la investigación de la vacuna fueron publicados en la revista The Lancet recién a principios de septiembre y generaron preguntas de un grupo de investigadores extranjeros que afirmaron que el estudio presenta anomalías estadísticas y apuntaron a la falta de fiabilidad de ciertos datos en ese sentido. Los científicos rusos, por su parte, defendieron sus conclusiones y afirmaron que todos los datos publicados son "confiables y precisos".
En la publicación en la revista se afirma que el 100 % de los participantes desarrolló una respuesta inmunitaria humoral y celular estable durante las dos fases de los ensayos y que el nivel de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 en voluntarios vacunados fue de 1,4 a 1,5 veces más alto que el nivel de anticuerpos en los pacientes que se habían recuperado de covid-19.