Un niño de 10 años de la localidad inglesa de Oundle (Reino Unido) continúa recuperándose después de padecer una forma poco común de neumonía que los médicos creen que contrajo de un hámster que la familia tenía en casa como mascota, según informaron esta semana medios locales.
Jack Sage ha pasado cerca de un año asistiendo decenas de veces a hospitales desde que sus padres notaron que presentó un sarpullido preocupante y su condición empeoró hasta desarrollar problemas respiratorios.
Al principio los médicos temían que se tratase de una forma de leucemia, pero se descartó esa posibilidad cuando especialistas de la ciudad de Peterborough y luego del Hospital Addenbrooke en Cambridge llevaron a cabo una serie de pruebas, incluidas dos broncoscopias para tomar muestras del tejido pulmonar.
Finalmente, los médicos le diagnosticaron neumonía eosinofílica una enfermedad poco frecuente causada por la acumulación de un tipo de glóbulos blancos en los pulmones y que puede ser tratada con esteroides muy fuertes.
Según los especialistas, lo más probable es que la enfermedad fue contraída de la mascota que la familia tenía en casa. "[Los médicos] explicaron que pudo haber sido causado por el hámster de su hermana", comentó la madre del niño, lamentando haber tenido que deshacerse del roedor.
Jack fue dado de alta del hospital el pasado 23 de agosto y continúa con tratamiento y terapias que lo ayudan a recuperarse. Espera en las próximas semanas estar listo para volver a la escuela.
Si bien la neumonía eosinofílica suele ser causada por reacciones alérgicas, la inhalación de productos químicos, hongos y parásitos, una condición que no implica riesgo de contagio, en el último tiempo a aumentado la preocupación por la transmisión de enfermedades de animales a humanos.
Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó sobre la aparición de virus que dan el salto zoonótico a personas, algo que se ha visto evidenciado con la aparición del SARS, el MERS, el H1N1, el zika, el ébola y el nuevo coronavirus.