Un adolescente vestido con camiseta negra, pantalones y zapatos deportivos avanza en medio de la muchedumbre que camina sobre un puente durante una manifestación en la ciudad de Santiago. En la espalda lleva una mochila. De pronto, el carabinero Sebastián Zamora se acerca por la espalda y lo empuja. El joven cae al Río Mapocho. El policía se asoma, ve el cuerpo tirado. Y se va.
El video, que fue registrado por un periodista de Telesur que cubría la protesta que se realizó el viernes, reavivó el intermitente debate sobre la violencia que ejerce el cuerpo de Carabineros en Chile, una fuerza de seguridad conocida por sus estrategias represivas que son motivo de frecuentes denuncias por violaciones a los derechos humanos.
Las imágenes del cuerpo del joven de 16 años, que quedó tirado entre las aguas del Mapocho y que sobrevivió aunque tiene lesiones graves, provocó una conmoción en un país que hace un año sufrió un inesperado e histórico estallido social y que está a punto de celebrar un plebiscito para que la sociedad determine si quiere o no que se redacte una nueva Constitución.
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La división es clara entre quienes avalan el "orden" impuesto por Carabineros a costa de gases lacrimógenos, chorros de agua, balas de goma, toletes y pistolas que emiten descargas eléctricas y quienes combaten la violencia institucional y exigen una intervención civil o reforma integral de este cuerpo.
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En medio de la polémica, el gobierno del presidente Sebastián Piñera se puso del lado de los Carabineros. Este lunes, el ministro del Interior, Víctor Pérez, advirtió que esta fuerza siempre será respaldada por las autoridades porque "sin orden público no hay democracia".
El gobierno, aseguró, "respalda a Carabineros en el cumplimiento de su deber, y ese deber debe cumplirse en base a las leyes y a la Constitución". También consideró que este respaldo es fundamental para llegar al plebiscito del 25 de octubre "en un país tranquilo".
Contradicciones
El ministro del Interior desestimó las acusaciones de que ningún carabinero auxilió al joven cuando cayó después de ser aventado. Aseguró que "actuaron bien" porque llamaron a los bomberos y a un servicio médico.
Sin embargo, esa versión ya fue descalificada por la fiscal de Alta Complejidad, Ximena Chong, quien está a cargo del caso. Durante la audiencia judicial que se realizó el fin de semana, y en la que el carabinero Zamora quedó imputado por delito frustrado de homicidio, la funcionaria aseguró que los carabineros no le prestaron ningún tipo de ayuda a la víctima a pesar de que vieron que el cuerpo estaba tirado boca abajo sobre el agua.
Además, Chong solicitó la prisión preventiva del oficial al considerar que es un peligro para la seguridad de la sociedad y que podría repetir su accionar criminal.
La posición de la fiscal desató una campaña en su contra en las redes sociales por parte del sector de la sociedad chilena que defiende a Carabineros y que la acusó de parcialidad, de simpatizar "con los zurdos" y le exigió renunciar a su cargo.
El domingo, el magistrado Jaime Fuica Martínez, titular del Séptimo juzgado de Garantía de Santiago decretó la prisión preventiva de Zamora por lo menos durante 120 días, ya que ese es el plazo impuesto para investigar los hechos, y les prohibió a los carabineros acercarse a la víctima.
"Al resolver las cautelares, el magistrado Fuica tuvo presente que los antecedentes aportados en la audiencia por el Ministerio Público, consistentes en imágenes de video y fotografías, además de declaraciones de testigos, permiten dejar meridianamente claro que el adolescente corría por el puente sin posibilidad de ver al funcionario policial que, de modo sorpresivo y en diagonal, lo embistió con fuerza tal que propició su caída del puente", señaló el comunicado oficial del Poder Judicial.
Agregó que la tesis de la defensa del carabinero, que aseguró que la víctima había atacado primero a los policías o que la caída del puente se debió a un accidente porque perdió el equilibrio, se contradice con las imágenes que muestran que las manos del carabinero sobrepasan la reja perimetral sobre el tercio superior de la víctima al momento de la caída.
"El tribunal consideró que el imputado actuó, al menos, con dolo eventual, al no poder dejar de representarse como cualquier hombre medio, las consecuencias mortales de su accionar, las que en el caso concreto pudieron producirse de no mediar el oportuno auxilio de terceros", señaló.
Engaños
El juez también destacó que Carabineros intentó manipular la información del operativo para hacer creer que había una orden de detención en contra de la víctima y que por eso Zamora se acercó a él en el puente.
"En la causa se entregaron antecedentes que revisten la máxima gravedad, consistentes en actuaciones que fueron concretadas con posterioridad por parte del imputado. Son justamente las grabaciones telefónicas, las que de manera individual o a través de otros funcionarios policiales se efectuaron, y que dan cuenta de un procedimiento policial que nunca ocurrió. Es un hecho de la causa que nunca hubo un procedimiento de detención contra la víctima, el que se intentó validar mediante actos que deberían significar un investigación paralela ya sea contra el propio imputado u otros agentes policiales", dijo.
Al igual que la fiscal, el juez coincidió en que las pruebas fílmicas demuestran que Zamora y el resto de los carabineros se retiraron sin ayudar al joven que yacía tendido boca abajo en el Mapocho, y que fueron manifestantes y otros civiles los primeros que se acercaron a rescatarlo. Más tarde llegaron los bomberos y el Servicio de Atención Médico de Urgencias que lo llevaron a la clínica en donde todavía se encuentra internado.
Según el informe médico del centro asistencial, el adolescente presenta lesiones como una luxo fractura expuesta de muñeca izquierda y fractura desplazada de muñeca derecha, de carácter grave y que requieren de intervención quirúrgica, más contusión hemorrágica occipital derecha, sin repercusión neurológica actual y de carácter grave, y contusión en la base del pulmón derecho.
La protesta
La manifestación del viernes fue convocada en la capital del país por un grupo de Técnicos en Enfermería de Nivel Superior (TENS), quienes en medio de la pandemia de coronavirus reclaman que los reconozcan en el Código Sanitario, reglamento que regula todas las actividades relacionadas con la salud en el país.
Los trabajadores se aglutinaron en las inmediaciones de la Plaza Italia y de a poco comenzaron a llegar otras organizaciones y ciudadanos en su apoyo, pero la represión fue inmediata, ya que Carabineros les lanzó agua y gases lacrimógenos, lo que obligó a los manifestantes a replegarse.
Uno de los grupos avanzó por el puente Pío Nono, sobre el Río Mapuche. Y fue ahí donde Zamora se abalanzó sobre el joven de 16 años. Las imágenes se viralizaron de inmediato y generaron una oleada de repudio contra Carabineros y el gobierno de Piñera.
La legendaria periodista Mónica González, por ejemplo, exigió la renuncia del general Mario Rozas, director general de Carabineros, y recordó que desde que comenzaron las protestas en el país en octubre del año pasado, se abrieron 8.575 investigaciones por violaciones a los derechos humanos cometidos por esta fuerza.
Por otra parte, la Comisión Chilena por los derechos humanos ya presentó una querella en contra de Piñera, Rozas y el ministro del Interior Víctor Pérez, por violentar el legítimo derecho a la protesta social, pero la discusión continuará durante los próximos días porque ya se han convocado movilizaciones tanto a favor como en contra de Carabineros.