Las grandes cantidades de plástico que terminan en el mar cada día no solo ensucian las playas y ponen en peligro la vida silvestre, sino que también se depositan en el fondo marino, causando un inmenso daño a la naturaleza.
El nuevo estudio de los científicos de la Organización de Investigación Científica e Industrial de la Commonwealth (CSIRO), publicado en la revista Frontiers in Marine Science, arroja luz sobre el problema de los microplásticos, piezas de plástico desgastadas hasta convertirse en pequeños fragmentos de menos de 5 milímetros. Según las conclusiones de este trabajo científico, habría alrededor de 14 toneladas de este material en el fondo marino.
Con la ayuda de un submarino robótico, el equipo recolecta muestras de sedimentos de aguas de hasta 3.000 metros de profundidad de seis sitios en la Gran Bahía Australiana. El análisis del material tomado muestra que hay 1,26 piezas de microplástico por gramo de sedimento. Es probable que el volumen del material aumente en el futuro próximo, señalan los científicos en un comunicado.
Al trasladar los datos obtenidos frente a la costa de Australia a todo el mundo, los científicos obtienen una estimación global del total de microplásticos en el fondo marino que alcanzaría las 14,4 millones de toneladas.
Otro estudio, publicado recientemente, advierte que si la humanidad no realiza un esfuerzo inmediato y coordinado para reducir el consumo de plástico, para el año 2040 en el medio ambiente habría 710 millones de toneladas de esta sustancia.
Los científicos califican la basura plástica como uno de los desafíos ambientales clave de nuestra generación. Los resultados de los trabajos mencionados muestran la necesidad urgente de encontrar soluciones efectivas para detener la contaminación, cambiando las estrategias de gestión de residuos y facilitando cambios de comportamiento de los consumidores.