El portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, ha declarado este 7 de octubre que en Rusia no se desarrolla ningún tipo de arma química, ya que el país es parte de la Convención sobre armas químicas que prohíbe este tipo de actividades.
"La Federación de Rusia ha cumplido con todas sus obligaciones en virtud de esta Convención. Por lo tanto, está descartado", ha subrayado Peskov durante una rueda de prensa, cuando uno de los periodistas le preguntó si Rusia está desarrollando o mejorando algún tipo de arma química.
Esta declaración se produce un día después de que la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) emitiera su informe con resultados de los análisis practicados al opositor ruso, Alexéi Navalny, afirmando que en su sangre y orina se encontraron biomarcadores del inhibidor de colinesterasa, sustancias que tienen "características estructurales similares a las de los productos químicos tóxicos" añadidos en noviembre del 2019 en un anexo de la Convención sobre armas químicas.
Al mismo, tiempo se especificó que dicho inhibidor de colinesterasa no está incluido de momento en la lista de las sustancias prohibidas de la Convención. Por su parte, el Gobierno federal alemán afirmó que el informe de la OPAQ "una vez más confirma la evidencia inequívoca de que Alexéi Navalny fue víctima de un ataque con un agente químico nervioso del grupo Novichok".
"Occidente puede trabajar con sustancias del grupo Novichok sin ninguna limitación"
El experto militar y exmiembro de la Comisión sobre las Armas Biológicas de la ONU, Ígor Nikulin, en comentarios a RT destacó que los propios países occidentales insistieron en no incluir varias sustancias de la familia Novichok en la lista de la OPAQ.
"En noviembre del 2019 Rusia introdujo en la OPAQ cinco familias de sustancias tóxicas, incluida la de los Novichok. Pero EE.UU., Canadá y los Países Bajos básicamente bloquearon la introducción de los Novichok en la lista. Expertos británicos, incluidos los de Salesbury, y norteamericanos trabajaron con esta clase de agentes químicos y por alguna razón se opusieron a esta iniciativa", ha señalado Nikulin. "Entonces, en Occidente pueden trabajar con estas sustancias sin ninguna limitación. No deben informar a la OPAQ. Porque si una sustancia figura en la lista, hay que informar a la organización sobre cualquier manipulación con ella. Es por eso que todavía no está incluida pese a las historias resonantes con los Skripal o con Navalny", sostiene el experto.
Además, Nikulin ha afirmado que Rusia en los últimos 30 años no trabaja con las sustancias tóxicas del grupo Novichok. "Rusia fue la primera en firmar la Convención sobre las armas químicas y una de los pocos países en cumplirla. Además, después de que varias personas que trabajaban con estos agentes se trasladaran a Occidente y los desclasificaran, se convirtió en un secreto a voces. No hubo sentido en usar Novichok", indicó el experto.
En relación con las afirmaciones de Occidente de que Alexéi Navalny fue envenenado con una sustancia tóxica del grupo Novichok, Nikulin observó que el opositor ruso no desarrolló síntomas correspondientes a un envenenamiento con agente nervioso. "Todos los agentes nerviosos tienen efectos similares. El afectado desarrolla síntomas como miosis, o sea, pupilas puntiformes, fotofobia, alucinaciones, convulsiones, echa espuma por la boca. […] Pero no hemos visto estas síntomas en Navalny", puntualizó el experto.