Durante la carrera de aceleración estadounidense NHRA Midwest Nationals, el pasado domingo, un coche se desmoronó en un impactante accidente que, para asombro de todos, no causó víctimas y ni aun lesiones a la piloto, Leah Pruett.
El accidente ocurrió unos segundos después del arranque, cuando el auto iba a más de 418 km/h. A esa velocidad se desvió, salió despegado de la pista y se partió en varios pedazos en el aire. Por fortuna, al caer la cápsula de resguardo a tierra, Pruett salió sana y salva.
En la red circulan varios videos de lo sucedido.
En un comentario a la revista Dragzine, la piloto caracterizó esa carrera como "la ronda de competencia más intensa […] y el viaje más salvaje" que haya vivido en su vida, y reiteró que no sufrió lesiones. "Para mí, mi cuerpo está bien. Mi mente esta bien", dijo Pruett. Aseguró que en las carreras de aceleración "existe un riesgo" y manifestó su esperanza de volver a la pista "cuanto más rápido" sea posible.